La presidenta del Consell Escolar de Menorca, Maria Dolores Tronch, y el vicepresidente, Joan Carles Forcada, han anunciado que abandonan el cargo.
Lo hacen después de haber sido objeto de «presiones» y de haberse sentido atacados «en lo personal» a través de «comentarios e insinuaciones» por una parte de los vocales del órgano.
Los docentes aseguraron ayer en una comparecencia pública que «se ha puesto en duda nuestra independencia» de los responsables políticos encargados de su nombramiento.
Tanto Tronch como Forcada aseguraron que la consellera de Cultura, María Nieves Baillo, «nos ha dado una libertad absoluta» y defendieron que «lo único que hemos perseguido es dar las mismas oportunidades de defender sus ideas».
El detonante de esta situación, según explicaron, fue su negativa a acceder a las pretensiones de una parte del consejo: «Querían que una ponencia se debatiera el día 23 de octubre, antes de la huelga; querían instrumentalizar el Consell Escolar».
«Hemos respetado los tiempos y formas que se habían aprobado en la comisión permanente», lo que hizo que la ponencia se debatiera y aprobara finalmente el pasado lunes 11 de noviembre.
La ponencia solicitaba que la LOMCE mantuviera el papel de los consejos escolares como órganos de gobierno.