El Centro Penitenciario de Menorca (CPM) cuenta actualmente con una población reclusa de 80 individuos, de los cuales once no tienen ningún tipo de vinculación con Menorca. Es la información que la subdirección del centro (Instituciones Penitenciarias sigue sin nombrar un nuevo director) ofreció ayer al diputado de Izquierda Plural en el Congreso, Ricardo Sixto, durante su visita al centro, solicitada a raíz de los dos suicidios registrados en seis meses y de las denuncias de maltratos.
Es la primera vez que el centro ofrece con exactitud el peso específico de los presos sin vinculación con la Isla, los que ni son menorquines, ni vivían en Menorca, ni han delinquido aquí. En términos porcentuales son casi el 14 por ciento de la población actual, una cantidad que el Ricardo Sixto entendió «menor de lo que pensaba», aunque quiere ir más allá y ayer avanzó que preguntará en el Congreso cuántos de este tipo de internos han pasado por el centro desde su apertura en verano de 2011.
Cabe recordar que en un principio se vendió que la prisión menorquina sería exclusivamente para albergar presos vinculados a la Isla. Según la información revelada por el centro, actualmente son 54 los presos que son residentes menorquines y otros 15 cumplen o esperan condena en la cárcel menorquina por haber cometido el delito y haber sido o estar siendo procesados dentro del territorio insular. Sixto se interesó asimismo por el grado de peligrosidad del centro y la subdirección del mismo le aseguró que «los presos más conflictivos son derivados a otras cárceles, por lo que el grado de conflictividad es bajo en comparación con otros centros», entendió el diputado de Izquierda Unida.