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Trayectoria vital. Luis Sanz Álvarez

«Me ha obsesionado llegar a las personas, saber lo que quieren y necesitan para así poderlas ayudar»

Capitán de la Guardia Civil retirado, licenciado en Derecho, comentarista, poeta y escritor

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Después de un largo recorrido, rico en experiencias, ¿cómo resumiría su vida?

-Profesional y personalmente siempre he sentido la necesidad de llegar a las personas, conocer sus necesidades y deseos para así poderlas ayudar. Ha sido un sentimiento que siempre me ha acompañado y que en muchas ocasiones me ha permitido echar una mano a quienes han estado a mi lado.

Haber sido sacristán antes que fraile, ¿le ha proporcionado una mejor visión de la realidad?

-Sí. Las enseñanzas que mi vida profesional me han proporcionado, me han permitido no solo estar mejor preparado sino también el poder atender mejor a quienes necesitaban de mi ayuda. Ser un mejor «servidor».

Hubo un tiempo en que de los españoles se decía que éramos mitad soldados y mitad monjes... de usted ¿podríamos sustituir lo de fraile por escritor?

-Seguramente, aunque escritor como un concepto de vida. Durante mi carrera militar tuve, por exigencias lógicas, que dejar de escribir, luego recuperé dicha faceta, por ello digo que «el escribir me ha enseñado a pensar».

Aunque yo añadiría que para usted escribir es una necesidad vital.

-Lo es y algo muy personal. Por ello muchas personas, muchos conocidos no podían creerse que un capitán de la Benemérita pudiera convertirse en un articulista publicando a diario, es decir cinco o seis artículos en varios periódicos y haber editado varios libros ... hay quienes dicen que he recuperado el tiempo de abstinencia. Si es así o no, lo ignoro lo que puedo afirmar es que escribiendo estoy a gusto.

Como miembro en la Guardia Civil, en cuyo cuerpo estuvo 42 años, tendrá un largo historial, ¿Lo analizamos?

-Ingresé en el año 1969 y fui ascendiendo en los diversos destinos que me fueron asignados. El primero de ellos fue en Valencia, luego en Logroño, vuelta a Valencia pasa recalar en Menorca en donde ascendí a teniente y tras Maó marché a Canarias. En Menorca ejercí de capitán antes y después del ascenso. Destacaré que disfruté de mi profesión, la que en su día elegí.

No obstante su deseo oculto ha sido el de ser ...

-Profesor. Siempre me ilusionó el serlo, porque siempre me he sentido maestro. De hecho y durante unos 8 ó 9 años he ejercido de tal en la Academia de la Guardia Civil en Baeza (Jaén) y disfruté en dicho destino ejerciendo esta profesión.

Durante el largo periodo profesional, hubo un alto en el camino, un destino poco común, pero comprometido

-Es cierto, en el año 2.000 estuve en Guatemala en una misión de paz controlada por la Unión Europea, misión que en lo que a mí se refiere consistía en dar clases -seis clases diarias- a la Policía Nacional (A.P.P.N.E.). Mi especialidad era Derechos humanos y Técnicas Fiscales, todo ello adaptado a su Constitución. Aquella fue una etapa para mí muy interesante e incluso entrañable.

Ante esa realidad, en un país como Guatemala, ¿qué se siente?

-En sinfín de cosas, pero lo principal es que te enamoras de unas gentes que son maravillosas. Sin embargo es difícil conseguir que practiquen cuanto se les enseña porque la mafia ha hecho una gran labor de adoctrinamiento. Ellos comprenden cuanto les dices, incluso lo razonan pero a la hora de la verdad el cambiar sus líneas de actuación les resulta muy difícil. Allí estuve solo un año, porque las directrices europeas así lo dictaminan, pero por mí hubiera seguido en Guatemala.

Y de la experiencia como responsable de la Guardia Civil en Menorca, ¿cuáles son sus mejores recuerdos?

-Muchos, aquí me encuentro como en mi casa. En Maó y en toda la Isla tengo muchísimos amigos, gente que me conoce y que a mí a veces me resulta difícil reconocerles pero sé que al saludarme lo hacen con aprecio ... concluiré diciendo que en Menorca me siento como si hubiera vivido toda mi vida aquí.

¿Cuándo empezó a escribir?

-En el año 2007, estando destinado en Canarias empecé a mandar mis artículos a «Ultima Hora», y al regresar a la Isla amplié mis colaboraciones publicando en el «Menorca». Luego llegaron los libros. El primero de ellos fue «Realidades», que trata de mis sentimientos, en libertad, sobre diferentes temas, la Iglesia o la vida en sus diferentes facetas, fueron 182 realidades filosóficas desde mi particular punto de vista.

Luego llevarían otros como «Poemario» y ...

-Sí, «Poemario» lo presenté en Canarias. Luego llegó «Tiempo de revueltas», de estilo costumbrista, enraizado en el Perú en los años de Sendero Luminoso, chico y chica se enamoran y ... «La joven llegada del frío» narra la historia de una chica rumana que lleva a Barcelona; prostitución, mafia, todo éste problema. El siguiente lleva por título «El conflicto», que narra los problemas diarios del pueblo palestino y del judío. El protagonista es un cirujano palestino, ella una joven judía estudiante de arquitectura. Este libro todavía está en las librerías.

Y el penúltimo, ¿ya con título?

-Sí, aunque solo estoy en el capitulo quinto. «La maraña» y trata sobre la guerra civil española, la nuestra, de la que narro parte de los mucho que hubo.

De sus novelas, ¿cuál es su tema preferido?

-La vida, el ir y venir de las gentes, sus problemas, sus afanes, sus pecados. El ser humano da para muchas novelas, para muchas historias porque es extremadamente complejo.

¿Le resulta fácil escribir?

-No, pero tampoco me resulta difícil. Si pudiera escribiría mucho más, pero entre mis colaboraciones periodísticas y mis libros no me queda tiempo para hacerlo, entre una cosa y las otras -novelas y poesía- tengo bastante.

Con relación a la poesía ha obtenido varios premios.

-Si, en el certamen de la Casa de Andalucía, en las cuatro ediciones en que he concurrido he obtenido 2 primeros premios, un segundo y un tercero. En la pasada edición obtuve uno de mis dos primeros premios.

En su haber, o en su currículum aparece el título de Licenciado en Derecho. ¿Cuándo lo obtuvo?

-Estando destinado en Valencia quise aprovechar al máximo mi tiempo libre, y, con mayor o menor esfuerzo, pude conseguir el título que me llenó de satisfacción porque en mis condiciones laborales no era fácil dedicarme a estudiar.

Pero la fe y el esfuerzo mueven montañas.

-Así lo entendí y los hechos me demostraron que no iba por el camino equivocado.

Si en este momento nos propusieran un referéndum para optar por una «España unida», como es actualmente, o ir hacia el federalismo, ¿votaría?

-Por supuesto y lo haría por aquella opción en torno a la cual hubiera mayoría, porque entiendo que el futuro de España debe buscarse desde el diálogo y desde la mayoría responsable.

Si tuviera la oportunidad de volver a empezar, ¿iría directamente a la literatura?

-Lo importante es que he sido feliz y me he encontrado a gusto en donde he estado, aunque creo que, de volver a empezar, iría hacia la Enseñanza porque tal como he dicho anteriormente mi profesión oculta ha sido la de profesor. No obstante remarcaré que he disfrutado de todo cuanto he hecho.

Presiento que para usted, lo importante a lo largo de este ir haciendo camino ha sido poder manifestar su sensibilidad para con los otros.

-Sí, sensibilidad que todas las personas deberían poseer, por ello en mis libros pretendo dar unas pinceladas de la realidad y un matiz positivo en pro de una convivencia más sólida y compartida.

En uno de sus escritos aparecidos recientemente en el «Menorca» dice: «España está viviendo la tormenta perfecta: tres crisis; la económica, la política -secesionista- y la moral/corrupción. Tres crisis que se retroalimentan en el mismo espacio/tiempo». ¿Tienen solución?

-Desde el optimismo que nunca he dejado de sentir, pienso que sí, aunque solo sea un poquito porque la cosa está muy grave y necesitamos, desde el diálogo y el respeto, llegar a una solución que nos permita encarar el futuro con la mayor esperanza.

La vida nos ofrece a cada uno de nosotros diferentes caras, pero hay que ir de frente, sin decaer... ¿qué le pide a la vida en éste inicio del 2014?

-Sobre todo salud, y que la amistad se instale entre todos nosotros.

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