El tráfico en la ruta aérea que une Menorca y Palma ha cerrado el 2013 con una nueva caída de pasajeros del ocho por ciento respecto al año anterior, el quinto descenso interanual consecutivo. Desde 2008, el enlace con Mallorca ha perdido exactamente 78.343 usuarios, lo que supone un desplome del 27 por ciento, el mayor de los registrados en ese periodo en las principales rutas nacionales.
Las estadísticas de Aena Aeropuertos reflejan la pérdida de clientela en un periodo mayoritariamente operado por la compañía Air Nostrum en un régimen de obligación de servicio público que este año cumple diez años en los que el tráfico ha sufrido una evolución dispar. De 2004 a 2008 el tráfico aumentó en 47.246 pasajeros. El efecto de la crisis ha contribuido sin duda al cambio de tendencia, pero el descenso vivido en los últimos años apunta a otras razones entre las que destacas el precio de la ruta.
Los 211.057 viajeros registrados durante el año pasado marcan la cifra más baja, al menos, de los últimos 15 años (las estadísticas de Aena ofrecen información de las conexiones a partir del año 1999). Ese año, los pasajeros que volaron entre Maó y Palma fueron 266.708.
Ese descenso ha hecho que Son Sant Joan haya quedado relegada al cuarto puesto de las rutas menorquinas más usadas. En 2013, hubo más pasajeros que volaron entre Menorca y el aeropuerto de Londres Gatwick que entre Menorca y Mallorca, una realidad que no se producía desde el año 2005, cuando la visita de británicos, turistas y residentes, a la Isla vivía todavía momentos de apogeo.
Revisión
Las cifras revelan un alejamiento progresivo entre Menorca y Mallorca que no contribuye al objetivo de fomentar la cohesión territorial entre Balears y que denota la necesidad de modificar las condiciones del servicio público con el objetivo de frenar la tendencia. La rebaja del precio en un 25 por ciento o la implantación de una tarifa única universal que no supere los 30 euros son algunos de los cambios reclamados desde Menorca.
La plataforma El Transport Aeri Ofega Menorca, respaldada por el estudio encargado a la Universidad del Bages, defiende que la razón del declive responde más a los precios que a la crisis, mientras desde el Consell Insular, tras la apertura de la OSP a Madrid, se fijaron como objetivo la revisión de las condiciones de los vuelos interislas, una petición que todavía no ha fructificado.