El presidente de Foment del Turisme de Menorca, Nicolás Bordoy, considera que el dinero que pudieran obtener las instituciones públicas por la venta del yate «Fortuna» se tendría que reinvertir en promoción turística, «que era su fin original».
Bordoy ha manifestado que el regalo al Rey Juan Carlos «no dejó de ser una operación de promoción encubierta para que la Familia Real veranease siempre en el archipiélago», algo que habría que «agradecerles».
Foment del Turisme de Menorca contribuyó con 860.000 euros a la compra del «Fortuna» junto a entidades del resto del archipiélago y varios empresarios con intereses turísticos en Balears.
El presidente de esta organización también ha criticado que todavía nadie le ha informado formalmente de la devolución del barco desde Patrimonio Nacional a Fundatur, cuando el ente menorquín fue uno de los que portó dinero para la compra del navío en el año 2000.
«Tampoco me ha gustado la actuación de Patrimonio Nacional, ya que devolver un regalo nunca es elegante. Deberían haberse hecho cargo del barco. Además, devolverlo no será positivo ya que facilita que el Rey pueda dejar de venir a veranear con su familia a Balears y elija otro destino».
Bordoy descarta poner un precio al que fue el barco de verano del don Juan Carlos: «El valor lo pondrá quien lo quiera pagar. Lo que es cierto es que una joya gana valor según quien haya sido su propietario y este barco es una joya».
Discrepo con lo de que este barco es una joya. Es complejo, caro (carísimo) de mantener precisamente por su exclusividad técnica (capricho de quien lo pidió), proipenso a las averias y en definitiva anticuado a todos los efectos. No sirve ni para "representación institucional". Lo mejor sería venderlo a algun caprichoso fetichista (si lo hay para este trasto) o simplemente desguazarlo para que dejara de ser un vergonzoso símbolo nacional del poder y la riqueza