Un grupo de voluntarios grabará las labores de dragado del puerto de Maó que se han de iniciar próximamente, con el fin de que las obras se realicen con la "máxima transparencia", según han informado este lunes fuentes del GOB.
El comienzo de las obras está pendiente de los informes del Instituto Español de Oceanografía para determinar la zona marina donde se deben verter las partes no contaminadas.
En esta línea, el GOB ha recordado que la zona a dragar se ha reducido respecto a lo que se había previsto inicialmente y pasa de los 200.000 metros cúbicos a unos 183.000 metros cúbicos. En este sentido, han señalado que hay dos puntos que también se sacarán a tierra a pesar que no están dentro de la zona final del dragado.
"Se trata de las dos zonas con más alta contaminación de mercurio, que las diferentes administraciones implicadas han accedido a extraer para aprovechar la obra y ayudar a descontaminar el puerto", han explicado.
Asimismo, han recordado que se extraerán a tierra 29.000 metros cúbicos de fangos de modo que el resto de materiales que se han de depositar en el mar presentan unas concentraciones por debajo de las normativas internacionales más exigentes.
Los ecologistas han apuntado que los barcos del Instituto Español Oceanográfico están trabajando desde hace semanas en Maó. En concreto, están elaborando un inventario exhaustivo de los valores submarinos de la zona de Llevant, con la finalidad de poder decidir la zona más adecuada para recibir los vertidos.