Los clubes náuticos de la Isla se hacen cruces tras confirmarse el aumento del 128% de las llamadas tasas de ayuda a la navegación, validada el jueves por el Congreso. El presidente del Club Náutico de Ciutadella, Bartolomé Carrasco, describía ayer la decisión del Gobierno de «fatal» y lamentaba que «nos convierten en recaudadoras del impuesto».
Mientras se terminan de analizar las consecuencias prácticas del espectacular aumento de la tasa (incluso el Govern se ha visto obligado a encargar un informe para conocer su alcance), la Asociación de Clubes Náuticos de Balears (ACNB), en la que están representados tanto el náutico de Ciutadella como el Club Marítimo Mahón se reunió ayer de urgencia para analizar lo que denuncian como «el mayor varapalo fiscal a la náutica de los últimos años», según manifestaron en un comunicado.
Los intentos llevados a cabo desde el sector para frenar la medida gubernamental no han dado resultados y el gerente de la ACNB, Rafael Palmer, explicaba ayer que la subida de las tasas de navegación es una noticia «infinitamente más mala que buena fue en su día la exención del impuesto de matriculación para embarcaciones de charter de más de 15 metros», que se logró con la intermediación del Govern.
«no saben lo que quieren»
«Se ha dado un paso adelante —explicó en relación a esa exención— y diez para atrás», lamentó Palmer, quien manifestó su contrariedad con la doble dirección de las decisiones del Ejecutivo de Rajoy: «No casa con la consideración estratégica que el Gobierno español y balear dicen otorgar a la náutica de recreo, parecen no saber qué quieren», concluyó. Los clubes náuticos entienden que está «injustificada» la inclusión del servicio de Salvamento Marítimo en la tasa de ayuda a la navegación puesto que «las actuaciones de rescate se cobran y están incluidas en un seguro».
Con todo, desde el sector, tras el apoyo que aseguran que les ha brindado el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, confían en que «sea capaz de convencer a Puertos del Estado de que este no es el camino: «Coloca a muchos puertos en una situación económica muy comprometida», advirtieron.