«Despropósito, desfachatez y vergüenza». Fueron ayer las tres palabras más usadas por el secretario general de la federación balear de comercio, hostelería y turismo de CCOO, Ginés Díez, para valorar la actitud y las propuestas de la patronal, en su visita a Menorca para dar parte del curso de la negociación colectiva del convenio del sector. El sindicalista fue de nuevo contundente y dio por hecho que «habrá conflicto». Díez explicó que es «realmente difícil que se llegue a un acuerdo vistas las propuestas de la patronal».
Cabe recordar que los empresarios proponen congelar los sueldos, eliminar las trabas a la externalización, la distribución irregular de la jornada laboral, una reducción de la plantilla estable y potenciar la contratación de corta duración, según denunció ayer en una rueda de prensa con Patricio Serra, el secretario general de CCOO en Menorca.
Ante esa situación, que entienden que busca, «cargarse un convenio con 38 años», desde CCOO llaman a los trabajadores a sumarse a su pulso con la patronal: «Si no nos siguen tanto CCOO, como UGT hemos decidido que no firmaremos el convenio», amenazó Díez, quien advirtió que la ausencia de un convenio dejaría a los empleados del sector en manos del Estatuto de los Trabajadores y de una externalización que «podría reducir los sueldos hasta un 40 por ciento». Una arenga en forma de «tirón de orejas» para que sirva de acicate a la movilización de los trabajadores.
Las negociaciones se reprenden el 2 de abril, pero desde el sindicato no albergan muchas esperanzas de lograr un acuerdo. Una de las cuestiones que más apagan esa esperanza es la contratación del bufete madrileño de abogados Sagardoy: «Son los ideólogos de la Reforma Laboral», explicó Ginés Díez, quien lamentó que «se haya apartado a los negociadores tradicionales».