Se ha reincorporado a su actividad como pastor de la diócesis de Menorca tras haber realizado la primera visita ad Limina Apostolorum. Salvador Giménez acaba de regresar a la Isla, procedente de Roma, donde durante ocho jornadas, acompañado por el vicario general, Gerard Villalonga Hellín, ha mantenido reuniones en los dicasterios, las congregaciones apostólicas y los consejos pontificios.
En febrero del 2005 no pudo realizar su primera visita ad Limina, ¿qué ocurrió?
– Entonces era vicario episcopal de Valencia. Ya teníamos la cita concertada con el Papa Juan Pablo II, pero al empeorar su estado de salud, la visita fue cancelada. Tras el fallecimiento del hoy beato Juan Pablo II, fue elegido Benedicto XVI, quien, en 2005 me nombró auxiliar de Valencia y, cuatro años después, obispo de Menorca, siendo la primera designación de un obispo español de su mandato.
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