El concejal de UPCM, Joan Triay, reaccionó ayer contra el «talante inquisitorial» de la responsable de Personal, Inmaculada González, y dijo que, en lugar de denunciar al funcionario que le filtró el informe con «irregularidades» en los costes del servicio de socorrismo, como le pedía la edil, «habría que darle la enhorabuena por haber contribuido a ahorrar bastante dinero a los contribuyentes».
Triay reivindicó «mi primer deber, que es el de ser transparante e informar a los contribuyentes de cómo se propone manejar su dinero», y lo contrapuso al «ocultismo» exhibido en este caso por el actual gobierno del PP. «Los grupos municipales como el de UPCM pueden presentar mociones para impedir disparates» como éste que -recordó- «se ha debatido públicamente en el pleno, se ha difundido en los medios y hasta se ha publicado en la página web municipal».
Así que, lejos de haber incumplido su «obligación de confidencialidad» en los documentos públicos, Triay asegura que «las únicas irregularidades que vulneran descaradamente la legalidad han procedido del área de Turismo, que inició un expediente y aprobó en 2012 un contrato de socorrismo que infringía claramente la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas por imponer al Ayuntamiento la obligación de comprar material a precios que superan los de mercado hasta en un 3.894 por cien».