El Jueves Santo, a las 22.40 salió la procesión de La Sang, desde la iglesia de Sant Josep, para recorrer algunas calles del centro de Maó hasta volver al mismo templo alrededor de la medianoche.
Un solo paso, el de La Sang, acompañado de una representación de las cofradías de la ciudad, dio un carácter solemne a esta procesión, que se ha recuperado este año y que completa los actos de religiosidad popular de la Semana Santa.
Los momentos más emotivos fueran la salida y la entrada a la iglesia de Sant Josep y la estética del paso de La Sang en el interior del templo.
La procesión estuvo presidida por el obispo de Menorca, monseñor Salvador Giménez.