El diputado menorquín del PP, Antoni Camps, ha cargado contra la junta directiva de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Menorca (FAPMA), a la que considera «un tentáculo más del catalanismo más estridente y cabeza visible de la izquierda radical». Las críticas de Camps llegan después de que la FAPMA haya interpuesto una querella contra José Ramón Bauzá, Joana Maria Camps y Guillem Estarellas.
Antoni Camps asegura que «muchísimos padres ya no se sienten representados por una junta directiva que parece utilizar la federación como ariete de los partidos de izquierdas, intentando alargar de forma artificial el conflicto educativo para que este llegue vivo hasta las próximas elecciones». De hecho, el diputado entiende la querella como «un acto más de precampaña con el único objetivo de desalojar al actual presidente del Consolat de Mar».
Camps sostiene que «quienes se han apoderado de la federación no se mueven a favor de la mejora de la calidad educativa, sino que su única preocupación es seguir imponiendo el catalanismo en los colegios». El diputado mantiene que los responsables de la FAPMA «ya solo representan a una minoría radicalizada, catalanista y de extrema izquierda». En esta línea, añade que «instrumentalizar a los padres para defender determinados posicionamientos políticos extremados es una actitud totalmente deleznable».
El dirigente conservador concluye que «los padres merecen unos representantes más ecuánimes y sensatos, que realmente se preocupen de que sus hijos reciban una mejor educación. Necesitan personas al frente de la federación que aparquen la confrontación y que sepan sentarse, dialogar y consensuar»