La comercialización de los moluscos que se cultivan en el puerto de Maó se ha paralizado a raiz de los resultados negativos de la última analítica de las aguas de la rada, que indica la elevada presencia de microalgas y la consecuente concentración de toxinas.
Los mariscadores desconocen si el problema está ligado a los trabajos de dragado que se desarrollan en el puerto, aunque lo que sí les extraña es que se manifieste en esta época del año, ya que otras veces se ha dado cuando el agua está más caliente, generalmente en el mes de agosto. Ayer se enviaron nuevas muestras al laboratorio de Vigo que realiza los análisis y el próximo viernes se conoceran los resultados y, si éstos son favorables, los moluscos podrán salir a la venta. La Cofradía de Pescadores de Maó temía más que la analítica fuera negativa debido a la posible presencia de metales pesados, pero la sorpresa ha sido el aumento de la microalga, que al ser alimento de organismos marinos como los moluscos hacen que éstos concentren una elevada cantidad de toxinas en sus tejidos y los convierten en no aptos para el consumo humano.
Los mariscadores tenían ya la producción a punto y demanda de restauradores pero se han visto obligados a esperar a un nuevo análisis de las aguas del puerto.