El Juzgado de lo Social de Ciutadella considera probado que la empresa de seguridad Trablisa actuó indebidamente cuando en junio del año pasado dejó sin trabajo a once vigilantes de seguridad del Aeropuerto de Menorca, a quienes no quiso subrogar de la anterior concesionaria del servicio. El juez Sergio Martínez ha condenado ahora a la empresa a readmitir a diez de los empleados (los que presentaron denuncia), o si no, a indemnizarlos por despido improcedente.
Cuando Trablisa se hizo cargo de la vigilancia privada del aeropuerto, sustituyendo a Eulen Seguridad, se quedó con 44 de los 55 empleados que trabajaban en el aeródromo menorquín. Alegó que el contrato del que había sido adjudicatario representaba menos horas de trabajo que el que anteriormente había suscrito Eulen, y por lo tanto, no era necesario contar con tanto personal. Sin embargo, el juez considera que la subrogación del personal es obligatoria, y que en todo caso, correspondía a la empresa que asumía el servicio despedir a los empleados que no consideraba necesarios.
Desde UGT, que se personó en la causa, recuerdan que estos trabajadores se quedaron «en el limbo», ya que ni habían sido despedidos ni tenían trabajo, lo que dificultó a muchos de ellos acceder a prestaciones sociales.
Ante estos hechos, el magistrado obliga a Trablisa a indemnizar a los diez vigilantes con una cantidad global que supera los 124.00 euros o que se les readmita en su puesto de trabajo original aunque pagando los salarios que han dejado de percibir durante este año de despido improcedente, lo que supone para la empresa un desembolso cercano a los 175.000 euros.