Las nubes que han ocupado el cielo menorquín durante la mayor parte del mes de mayo también se han instalado en la recién recuperada confianza del empresariado del sector turístico. Porque la temporada 2014 que se prevé récord en entradas por el aeropuerto, con una anhelada mejoría del mercado nacional (+6,7%), ha pinchado nada más empezar.
Las cifras todavía provisionales de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME) apuntan a una ocupación media en mayo del 50% (en 2013 fue del 50,8%), con el 90% de la planta abierta a mediados de mes, por lo que se mantiene en la línea de la última temporada. Para junio se estima que la ocupación será del 70%.
«La sensación es que no va tan bien como se esperaba», admite Joan Melis, presidente de la patronal, aunque matiza que se trata también del efecto posterior al «empuje» de la Semana Santa. El responsable de los hoteleros resalta que «todavía hay mucho trabajo que hacer para vender nuestra primavera en el mercado nórdico» y apunta otros motivos para que mayo no haya cubierto las expectativas de ocupación: «algún turoperador no ha arrancado tan pronto y la escolarización de los niños, en el segmento familiar, también es un problema». Se refiere a la normativa que sanciona a los padres que sacan a los menores del colegio para irse de vacaciones, en especial en el Reino Unido, el mercado extranjero tradicional para Menorca.
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