El puerto de Maó vivió ayer una actividad frenética. Tres cruceros convivieron durante la mañana en la rada mahonesa, una estampa que, según las previsiones actuales, no se volverá a repetir en lo que queda de verano. El crucero «MSC Sinfonía» recaló a primera hora de la mañana procedente de Eivissa. Tan solo un par de horas después hacía lo propio el «Seven Seas Mariner», en esta ocasión, para amarrar en la zona del Cós Nou. Y finalmente, llegó el «Aidavita», en torno a las doce del mediodía, procedente de Ajaccio.
Son tres de las 88 escalas previstas para esta temporada de cruceros en el puerto de Maó, una cifra inferior al número de atraques registrado en 2013.
Pero las previsiones de cara a 2015 son por ahora aún menos halagüeñas. Incluso puede que Maó registre su peor resultado de los últimos cinco años.
Si en 2014 la rada mahonesa ya ha abanderado una bajada de hasta el 12,8 por ciento respecto al año anterior, de cara al próximo verano están programadas solo 57 escalas -según los datos de Autoridad Portuaria-, lo que supondría una pérdida del 35,2 por ciento.
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