Marie Christine d'Annoux y Paul Ladreit de Lacharrière han dado el sí quiero este sábado por la tarde en Maó, donde han celebrado un fin de semana por todo lo alto, acompañados por unos de 300 invitados.
Marie Christine d'Annoux es hija del conde Hugues d'Annoux de Suiza, y ha contraído matrimonio con Paul Ladreit de Lacharrière, hijo de Philippe de Lacharrière, ya fallecido, y sobrino de Marc Ladreit de Lacharrière, un empresario millonario francés del sector de la banca suiza.
La elección de Menorca para el enlace ha sido responsabilidad del conde suizo, pues es un enamorado de la Isla. De hecho, acaba de adquirir una casa en S'Altra Banda, en el puerto de Maó, y cuenta con el arquitecto Joan Enric Vilardell para su reforma.
El conde Hugues d'Annoux ha asegurado que todos los invitados «quedaron fascinados» con la Isla. Mérito también de su esposa, la condesa Hugues d'Annoux, por la elección de las localizaciones y la organización.
El enlace tuvo lugar en la parroquia de Santa María de Maó, con la que el padre de la novia guarda una gran relación.
La celebración fue oficiada en francés por el rector Josep Manguán. Y es que la mayoría de invitados procedían de Suiza (la familia de la novia reside en Ginebra), aunque también había visitantes de Francia y Sudamérica, especialmente de Colombia, de donde es originaria la esposa de Hugues d'Annoux.
Pero la fiesta no empezó el sábado, sino el viernes, cuando se celebró una cena en la finca de Sant Antoni-The Golden Farm, a la que asistieron también una gran cantidad de invitados.
Una vez los novios ya habían unido sus vidas, la actividad se trasladó a La Mola, donde se organizó el banquete nupcial.
D'Annoux halagó la buena organización del evento por parte de Laia Seguí, quien «coordinó de forma exitosa su muy complicada logística». Igualmente, también habló del «excelente trabajo» de S'Algar Catering por el banquete.
Sin duda, un enlace que destaca por el interés que suscita la Isla entre la alta sociedad europea.
El anterior comentario era para ¿gente importante? Por si acaso no le llega para darse por aludido.