Conoce de primera mano el puerto de Maó, que hoy tendrá ocasión de volver a visitar y recorrer. José Llorca explica que «he tenido reiteradas ocasiones de compartir las preocupaciones de la alcaldesa Águeda Reynés para que el puerto sea un puntal de la economía de la ciudad y de toda la isla». Este objetivo implica «mantener de forma simultánea el paisaje urbano y los valores medioambientales al servicio de toda la ciudadanía». Califica el Foro Menorca Illa del Rei como «una oportunidad para conocer mejor, y de primera mano, lo que la sociedad civil quiere para su puerto», y pronostica que «no duden que tendrá efectos».
Cómo responsable de los puertos del Estado, ¿cómo define al puerto de Maó?
— Lo resumo en el título que he escogido para la intervención de esta tarde: «un pequeño puerto de interés general del Estado; un gran puerto al servicio de la economía menorquina». Nada se entiende en Menorca sin este puerto, y su papel va a seguir siendo esencial para el futuro y el conjunto de la Isla.
¿Qué papel desempeña hoy Maó en el conjunto de los puertos estatales?
— Es uno de los más pequeños en volumen de tráfico, pero es un puerto cuya función es imprescindible para Menorca. Otros puertos del Estado tienen alternativa, pero éste no. De ahí su particularidad y su importancia estratégica, ya no militar como en el pasado, sino económica y para la cohesión territorial.
¿Cuáles son los puntos débiles y fuertes de este puerto?
— Coincido plenamente con el criterio expresado por el presidente del Foro Illa del Rei y del Cercle d'Economia de Menorca, Francisco Tutzó, al considerar el puerto de Maó como el principal motor de la economía menorquina. Debe servir a la economía local con la garantía de un abastecimiento eficaz y eficiente, con capacidad para generar actividad económica, al margen de la función puramente logística, como la industria o la náutico-deportiva. O sea, generar polos de impulso y dinamización económica asociados a actividades culturales, turísticas, deportivas y de ocio, compatibles con la actividad portuaria.
¿Cuáles son, entonces, las prioridades que fija para el puerto?
— Ser capaces de conseguir que el puerto de Maó se adapte continuamente a las necesidades de la demanda del sector productivo insular en infraestructuras y costes, al servicio de la conectividad de sus habitantes y visitantes, y que sea capaz de desarrollar una industria auxiliar y complementaria, al margen de la pura acción logística.
¿Y en los puntos débiles?
— Apunto el puerto de Son Blanc, en Ciutadella, que respecto al puerto de Maó constituye un elemento de competencia y duplicidades en un territorio pequeño como es Menorca. Sugiero a Autoridad Portuaria de Balears una política proactiva de bonificaciones adicionales para afrontar la competencia del puerto de Ciutadella.
¿Cuáles son los planes de Puertos del Estado para Maó?
— Impulsamos y promovemos la especialización de las instalaciones en la zona de es Cós Nou, en la ribera norte, para mercancías y dedicar la ribera sur a cruceros y actividad puerto-ciudad. Mi criterio consiste en que el puerto de Maó debe olvidar los tráficos comerciales para especializarse en tráficos de cruceros y en la actividad náutica-deportiva. Al mismo tiempo, potenciar el tráfico de cruceros, posibilitando que el puerto pueda recibir buques de mayor tamaño, de hasta 2.500 pasajeros. Para ello propongo dar la máxima bonificación, que es de un 40 por ciento, a este tipo de tráfico desde la primera escala.
La concurrencia de numerosas administraciones en la gestión del puerto constituye una dificultad. ¿Cómo afrontarlo?
— El actual modelo portuario es muy complicado, porque está basado en el pacto en lugar de la jerarquía. Pero al mismo tiempo incorpora criterios y sensibilidades de distintas administraciones, lo que favorece la concertación de todos los actores que intervienen. Hay que mantener este modelo porque favorece y garantiza la participación.
¿Se llegará a redactar el plan director del puerto de Maó?
— No es necesario en tanto que es un plan de infraestructuras, y Maó es uno de los puertos más abrigados. Lo que necesita es una buena delimitación de los espacios y los usos portuarios.
¿Debería especializarse?
— No, porque no puede perder su actividad comercial que genera impulso económico. Si el puerto de Maó no fuese comercial, no sería necesario que fuese un puerto del Estado.
¿A favor de la colaboración público-privada en su gestión?
— Es obligatoria. Para ello, en el plan de actuaciones para el 2014-2018 hemos previsto 30 millones de euros en inversión pública y otros 30 millones con cargo a la inversión privada.
u José Llorca fija como prioridad, incluida en el plan de empresa para el puerto de Maó, la delimitación de los espacios y los usos portuarios. Constituye un objetivo para el 2015, «porque la vigente delimitación data del 2006 y ha llegado el momento de hacer una reflexión global sobre qué debe ser zona portuaria en Maó y qué zona debe estar adscrita a la Administración de Costas, así como la distribución de usos de la zona portuaria, en cumplimiento de los objetivos estratégicos». Llorca quiere que en esta reflexión participen las administraciones locales, las organizaciones empresariales y la totalidad de la sociedad civil menorquina.