El centro penitenciario de Menorca se mantiene como la cárcel menos poblada de España y en la actualidad se encuentra a un tercio de su capacidad, con un total de 71 reclusos, nueve menos que al cierre del año 2013, cuando en el mes de diciembre se hizo efectivo el relevo en su dirección. En el momento en que Antonio Alcaide fue nombrado nuevo responsable del centro, diciembre de 2013, la población reclusa era de 80 personas frente a las 210 para las que se concibió el edificio de la carretera de Maó a Sant Lluís.
La prisión menorquina ha perdido internos en contra de la tendencia que se da en el conjunto de las Islas, ya que el número de presos ha aumentado en Balears mientras desciende en el resto de España. La cárcel de Palma, la más grande del Archipiélago, acoge a a 1.397 reclusos, mientras que otros 181 internos cumplen tercer grado en el Centro de Inserción Social (CIS) o están en cárcel de mujeres.
En todo el territorio nacional hay en torno a 66.400 internos, de los cuales 1.794 cumplen condenas en recintos penitenciarios de Balears. La población reclusa de Menorca no llega a representar ni el 4 por ciento del total de las Islas.