El arquitecto que ha asumido la coordinación del proyecto de reforma del Teatre des Born, José María Forteza, se mostró ayer «sorprendido» por la relación de supuestas deficiencias que el Ayuntamiento de Ciutadella dice haber detectado ahora en la obra que recepcionó hace tres semanas. «La única que anotaron los técnicos municipales y del Ministerio afecta a la legalización del ascensor. Desde enero, cuando prácticamente concluyeron las obras, hasta septiembre -en que se recepcionaron- puede haber saltado la pintura de alguna pared de marés, pero no hay más desperfectos».
Y los que se apuntan como tales «en realidad son actuaciones que no se contemplaban en el proyecto, o soluciones que acordamos con la administración y que ahora se confunden. ¿Como puede pensarse que tres técnicos del Ministerio, uno de ellos de Hacienda, recepcionarán unas obras, en presencia de la edil y la arquitecto municipal, con tantas deficiencias como se dice? Es absurdo».
Forteza recalca además que, «de acuerdo con los técnicos», se ejecutó el proyecto de tal forma que no entorpeciera el posterior equipamiento escénico. De ahí, por ejemplo, que «dejáramos la salida de emergencia en ese estado porque allí debe ir el montacargas. No era cuestión de levantar una pared que luego cabrá derribar»