El Hospital Mateu Orfila imparte clases prácticas de aproximadamente dos horas de duración en las que los profesionales ensayan los protocolos de puesta y retirada del traje ante un caso de ébola, con el fin de mejorar la formación y minimizar riesgos. Serán unos ochenta los profesionales que al concluir las clases, habrán recibido la formación, entre ellos, profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos, personal de Urgencias, Laboratorio, Rayos, celadores, limpiadoras, además de profesionales de Atención Primaria.
La responsable de formación, María José García, apunta que un profesional estará preparado para asistir a un enfermo tras «al menos cinco sesiones formativas». Según García, los profesionales deben tener especial precaución con la retirada de la zona de la capucha y los guantes por el elevado riesgo de contagio.
Tras estas clases formativas, el Hospital prevé celebrar otro simulacro para poner en práctica el protocolo contra el ébola. En este mismo sentido, García avanza que los profesionales de Laboratorio también se están formando para evitar cualquier contagio durante la manipulación de sangre y otros fluidos. El complejo dispone de un centenar de equipos de protección que se completaráen breve con otros 300 de mayor seguridad.
Además de estos cursos, el Hospital Mateu Orfila está adecuando varias salas del complejo sanitario con el fin de estar preparado ante un posible caso. En concreto, se está habilitando la habitación 221 para aislar al enfermo así como las salas contiguas como zonas de desinfección y control. Cabe recordar que la gerencia del Hospital accedió a trasladar la petición de CCOO de que ante un positivo en ébola en Menorca, el enfermo fuera trasladado al hospital de referencia de Son Espases. No obstante, aún resta la confirmación del Ib-Salut.
El personal de Urgencias que ayer recibió las clases prácticas apuntaba a lo «fácil que es infectarte si no vas con mucho cuidado». No obstante, apuntan que «si tuviéramos miedo no estaríamos trabajando en Urgencias». Y es que consideran que esta enfermedad asusta por desconocimiento, pero «estamos expuestos a muchas otras enfermedades contagiosas». Piden máxima información a la sociedad para que la gente sepa como actuar. García indica que algunos profesionales, por temor, argumentan «no sentirse lo suficientemente formados». Pero avanza que esta reacción «se produce en la primera sesión, después suelen cambiar de opinión».