Sube como un cohete y baja como una pluma. Es la metáfora que se utiliza para describir el comportamiento del mercado de los hidrocarburos, en el que las subidas del coste de la materia prima se trasladan rápidamente al consumidor, mientras que las bajadas se notan en el bolsillo de los ciudadanos tarde o nunca. Es exactamente lo que está ocurriendo en todas las gasolineras del país, encabezadas por las que tienen el precio medio más alto, las menorquinas.
En la tercera semana del pasado mes de junio, los precios del carburante alcanzaban valores récord en la Isla, con el litro de gasolina 95 llegando a los 1,551 euros en algunas estaciones de servicio. En el conjunto de Menorca, la media se situaba entonces en los 1,545 euros el litro. Entonces el barril de crudo Brent, el que marca la referencia en los mercados europeos, se movía en torno a los 114 dólares.
Casi cinco meses después el precio de la materia prima se ha situado por debajo de los 80 dólares, su mínimo histórico desde 2010. La caída, prácticamente del 32 por ciento, se ha notado en Menorca, pero a un ritmo cuatro veces inferior. Según los precios que actualiza diariamente el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el precio medio de la gasolina 95 en las trece gasolineras menorquinas se ha situado esta semana en los 1,424 euros el litro, lo que supone un descenso del 7,8 por ciento respecto a junio, mientras que el del gasóleo se queda en 1,363 euros el litro de media, una caída del 7,5 por ciento en cinco meses.