Dos meses después de la prohibición de verter residuos en Milà, la empresa que actualmente gestiona la planta, Juan Mora SA, ha dicho basta y ha renunciado a seguir explotando el vertedero. Ello ha empujado al Consorcio de Residuos a buscar soluciones de forma urgente mientras no se reparan las celdas afectadas por filtraciones contaminantes, y que pasan por el envío de la basura a Mallorca como medida provisional.
El jueves de la semana pasada Juan Mora SA presentó un escrito de renuncia a continuar gestionando la planta, que asumió en 1995 y que mantiene con prórrogas desde 2010. La empresa argumenta la insostenibilidad de seguir acumulando los residuos en una nave, como medida temporal, donde ya están almacenadas 3.400 toneladas.
La realidad pero es que esta cantidad de residuos es tal que ya ha provocado los primeros problemas en las balas prensadas de basura depositadas en la nave: su descomposición ha causado la aparición de insectos, ratas y gaviotas en el almacén, y un grave riesgo de afecciones pulmonares en los trabajadores. No solo eso, sino que el aumento de la temperatura enla nave también eleva el riesgo de incendio.