Por tercera vez en los últimos tres meses, Menorca volvió a estar ayer en el máximo nivel de aviso por inclemencias meteorológicas, la alerta roja, por mal estado del mar. Una situación «excepcional», según manifestaron ayer desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Balears, que pocas veces se produce.
Tanto es así, que desde 1993 tan solo en cinco ocasiones se dieron las condiciones para decretar la máxima alerta: olas de más de 7 metros de altura y una intensidad media del viento fuerza diez, es decir, más de 88 kilómetros por hora. A estas cinco ocasiones de alerta roja hay que sumar ya, por tanto, las tres de los últimos meses. En enero, la boya del Puertos del Estado ubicada en la bocana exterior del puerto de Maó registró el récord de altura máxima, con 8,2 metros, una cifra que superó el anterior récord de 7 metros anotado un mes antes.
Ayer, el temporal no fue tan intenso, y las olas alcanzaron una altura de 6,9 metros. Por otra parte, en las estaciones del Aeropuerto y de Es Mercadal se registraron rachas de hasta 89 kilómetros por hora.
A causa de estas condiciones, Menorca continuó ayer incomunicada por vía marítima. Los puertos de Maó y Ciutadella, cerrados el miércoles por la tarde, continuaron sin poder recibir tráfico marítimo. En Maó, Acciona suspendió el viaje que debía salir de Barcelona. Por su parte, Iscomar y Baleària también cancelaron ayer sus trayectos con Ciutadella.
A pesar de ello, durante la jornada de ayer no se registraron incidencias graves por el mal tiempo.