La Comisión balear de Medio Ambiente ha aceptado la propuesta del Consell para poder almacenar provisionalmente la basura en una explanada junto a la celda III de Milà. A cambio, el Govern tan solo pide que construya una plancha de hormigón sobre la que verter los residuos.
Esta decisión permitirá no trasladar a Mallorca la totalidad de las 12.000 toneladas de residuos previstas, a la espera de que se acometan las obras de subsanación de la otra celda clausurada, la E.
No obstante, de momento seguirá el envío de los restos a Son Reus, que se mantendrá hasta que se haya vaciado completamente la nave de Milà en la que se había estado almacenando la basura y se ejecute la construcción de la plancha de hormigón al lado de la celda III.
«Al menos, esta solución será más inmediata que el arreglo de la celda E», afirmó ayer el conseller Fernando Vilallonga, quien recordó que tampoco se trata de una medida de efecto inmediato, ya que se precisa el consentimiento previo del Ayuntamiento de Maó.
Por indicación de los servicios jurídicos del Consell, los trabajos de reparación de la celda E se encargarán a la constructora Antonio Gomila, el mismo adjudicatario de la fallida ampliación de Milà, al tratarse de una obra que todavía está en garantía. «Que lo ejecute Antonio Gomila no implica necesariamente que deba costearla esta empresa, sino que esto se dilucidará en el informe de depuración de responsabilidades», en el que sigue trabajando el Consell y que determinará qué o quiénes son los causantes del problema medioambiental ocasionado por las obras de ampliación de la planta.
Mientras, TIRME sigue adelante con la operación que le ha encargado el Consorcio de Residuos de Menorca para vaciar Milà de basura y, previamente tratada, llevarla a Son Reus para incinerar. Fuentes de la empresa concesionaria de la planta mallorquina indicaron ayer que continúan los envíos semanales en barco a la espera de llevar a cabo, antes de que acabe el mes, el traslado de mayor envergadura que contribuirá a regularizar la situación.
Menorca pide abaratar el precio de los restos que lleva a Mallorca
El gobierno de Menorca ultima la propuesta que enviará al Consell de Mallorca para pedir un abaratamiento considerable de la tarifa de 131 euros por tonelada que acordó aplicar a los restos que se vienen transportando desde Milà hasta la incineradora de Son Reus. El objeto es que la medida tenga carácter retroactivo y permita rebajar el precio por debajo incluso de los 83 euros por tonelada que pagan las dos localidades de Nápoles que actualmente llevan su basura a Mallorca.
El principal motivo argüido desde Menorca es que no se transporta basura, sino combustible derivado de residuos, exento de materia orgánica, y que, al haber sido ya previamente tratado en Milà, no merece ser considerado como el resto de la que tiene entrada en Son Reus, procedente de la isla vecina. Este es uno de los aspectos que se reflejarán en el convenio que ambas instituciones se han comprometido a firmar.