Según el reconocido y prestigioso fotógrafo, escritor y periodista británico Michael Freeman, la diferencia entre una buena foto y una realmente memorable radica en diseñar y planificar cuidadosamente la imagen antes de pulsar el disparador. Esa idea sirvió hace ya unos años a un grupo de menorquines como inspiración para la creación de la aplicación para móviles PhotoPills.
Se trata de un producto que se comenzó a comercializar en 2013, pero en el que ya llevaban trabajando otros tres años, explica Rafael Pons, responsable de la estrategia de negocio y marketing de una herramienta que tal y como sostiene su equipo está diseñada para captar «imágenes legendarias». Y es que el producto está pensado para calcular con exactitud la fecha y la hora en la que el sol o la luna está en el lugar que desea el fotógrafo.
Primeros frutos
Además de Pons, aportan su trabajo al proyecto Germán Marqués, el desarrollador, y Joan Pons, que se ha encargado del diseño. Junto a ellos, completa el equipo el fotógrafo Antoni Cladera. Cuando se les pregunta por los comienzos, Pons rememora que todos ellos tenían «el gusanillo» de crear una empresa a partir de un hobby y al margen de sus respectivos trabajos. Añade que le han puesto «mucha energía al proyecto», y que ya están comenzando a recoger los frutos, aunque son conscientes de que queda mucho trabajo por delante.
Tras dos años de comercialización para la plataforma iOS, para dispositivos de la marca Apple, han superado la barrera de las 22.000 descargas. Sin duda una cifra considerable, al tratarse de un producto de pago y en un campo tan competitivo y pujante como el de las aplicaciones para móviles. La otra buena noticia es que PhotoPills se ha hecho un hueco en la fase final de Innovem 2015, entre la treintena de proyectos presentados a la convocatoria.
Pero más allá del reconocimiento a nivel local, los responsables de PhotoPills saben que en un mundo tan globalizado como el actual se pueden permitir jugar en una liga mayor, que ofrece más posibilidades de mercado, pero en la que también es mucho más complicado hacerse notar. Según explica Pons, trabajan «para intentar ser los mejores, pero eso no basta por sí solo; tienes que hacer saber a la gente que eres el mejor».
El gran objetivo: 2018
Por el momento, están satisfechos con el resultado conseguido, mientras trabajan en las actualizaciones y mejoras de la aplicación, y de forma paralela preparan su salto al otro gran sistema operativo del mercado, Android. Según los cálculos que manejan, ese paso se podrá dar a lo largo de 2016, aunque a juicio de Pons es muy posible que hasta 2018 no consigan «la aplicación completa tal y como la queremos». Y aspiran a lograrlo con la misma estrategia empresarial que han utilizado desde el principio, «la de formar una especie de tribu o familia en torno a la marca que han creado».