Europa ha puesto fin al sistema de cuotas lácteas tras 31 años de vigencia en los que los ganaderos han amoldado sus producciones a la cantidad asignada vendiéndola en su totalidad. Ahora, una vez acabado este sistema desde el pasado 1 de abril, comienza una nueva etapa marcada por las incertidumbres. Cada ganadero ha gestionado sus cuotas en función de sus necesidades y posibilidades, y ahora, el sector se enfrenta a una nueva prueba: adaptarse a un mercado liberalizado.
El panorama se presenta confuso y aunque para algunos ganaderos europeos esta liberalización se plantea como una oportunidad para crecer y expandirse, Menorca garabatea un futuro incierto y amenazador para un sector que lleva capeando el temporal varios años.
Jaume Verdera, gerente de la finca Alcaidús d'en Fàbregas, la ganadería más grande de Balears, considera que el fin del sistema de cuota láctea hará tambalear el sector. Y es claro al aseverar que de este nuevo panorama solo se salvarán aquellas fincas que ofrezcan un producto diferenciado, como puede ser la producción de queso, o las grandes explotaciones que cuenten con un número destacado de cabezas de ganado con las que puedan soportar al máximo los costes de producción, que no es el caso de Menorca. Alcaidús d'en Fàbregas produce actualmente tres millones de litros de leche al año, de los que dedica la práctica totalidad, 2,5 millones, a la fabricación de queso. El medio millar restante, considerado como excedente, lo vende a la Cooperativa Insular Ganadera (COINGA) «a precio de mercado». Ordeña unas 300 vacas con una producción media diaria por res de 30 litros.
Verdera asegura que si la finca no hubiera apostado por la diversificación hace ya unos años, «ahora estaría muy preocupado». Indica que el panorama incierto ante el que se deben enfrentar los ganaderos de la Isla ya lo pasó Alcaidús d'en Fàbregas cuando Kraft dejó de comprarles cuajada. Producían entonces 4 millones de litros de leche con el ordeño de 400 ejemplares. Y fue entonces cuando redujeron un centenar de cabezas de ganado y apostaron por diversificar el producto.
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Que hay personas que solo se miran su propio ombligo es más que evidente..........Creer que una vaca que pasta en verdes prados TODO el año o que vive en semilibertad en las montañas asturianas, tiene la misma calidad en sus ubres que una vaca que vive de tanca en tanca comiendo gran parte del año hierba empaquetada..... Señores con todos los respetos hacia los productos menorquines, al cesar lo que es del cesar!!