Las dos concejales encargadas de supervisar todo lo concerniente a la mejora de la seguridad en las fiestas de Sant Joan de este año, Esperança Juaneda y Juana Mari Pons, «hicieron caso omiso» durante dos meses a «las consideraciones más importantes» de la Dirección General de Emergencias, pese a tratarse del organismo autonómico que debe aprobar en última instancia el Plan de Autoprotección.
Aunque ambas ediles asistieron a la reunión del 27 de enero en que Emergencias ya advirtió que cabía sustituir los controles de acceso en Es Pla por filtros y que «todo debía estar listo en el menor tiempo posible», insistieron en implantar el sistema de acceso mediante pulseras hasta el 19 de marzo cuando, tras desaprobar el «deficiente» contenido del documento, los técnicos del Govern las conminaron a «rehacer» el plan.
Así lo demuestran «las pruebas documentales y reuniones» esgrimidas ayer por UPCM, cuyo presidente-portavoz Joan Triay ha registrado una moción para lograr que el pleno de este próximo jueves repruebe la «negligencia» de las concejales.
Triay les pide que «expliquen por qué continuaron procurando implantar un sistema que ya había sido desautorizado previamente por Emergencias. Por la obstinación de las ediles y la empresa redactora, se ha perdido un tiempo precioso». De hecho, lejos de agilizar los plazos, éstos se han demorado en exceso. Y, a falta de solo cinco semanas para el primer toc, aún se carece de un Plan de Autoprotección aprobado.
Falta el 'OK' definitivo de Emergencias
El alcalde Ramón Sampol anunció ayer que, en contra de lo previsto inicialmente, el Plan de Autoprotección no pasará por el pleno municipal, «que no es competente», y será aprobado de forma directa por la propia Dirección General de Emergencias del Govern.
No obstante, los plazos anunciados repetidas veces por el equipo de gobierno municipal se van demorando a la espera del visto bueno definitivo de Emergencias que, a poco más de un mes para las fiestas, todavía analiza detalladamente el contenido del documento.