Ciutadella acogió ayer la primera de las seis escalas que realizará el crucero «Seabourn Sojourn». Fondeó sobre las 7.30 horas fuera de la bahía debido a que por sus dimensiones, 198 metros de eslora, no pudo atracar en el dique de Son Blanc.
Este buque de lujo trasladó hasta Menorca a 449 cruceristas, la mayoría norteamericanos, australianos y británicos, así como 342 tripulantes. Esperaban en tierra cuatro autobuses que desplazaron a un centenar de ellos por la Isla en una excursión guiada.
Tal como apuntan desde Baleares Consignatarios, estos cruceristas visitaron enclaves como el Toro, Binibèquer, Fornells, el Museu de Menorca o La Mola, entre otros, con el fin de aprovechar al máximo las nueve horas que el buque permaneció en la Isla.
Además, algunos de los turistas apostaron por conocer la Menorca más natural contratando una excursión guiada por el Camí de Cavalls.
El crucero, procedente de Barcelona, zarpó a las 17 horas rumbo al puerto de Hyères (Francia) sin prácticamente incidencia en la caja de resultados de los comercios de la ciudad de Ponent.
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