El mercado turístico emergente más importante estaba al lado de casa, bastaba con llamar a la puerta para obtener respuesta y, sobre todo, organizar el viaje con avión y hotel. Así se explica el auge que ha experimentado el turismo francés, que ha pasado de los números insignificantes de la primera década de este siglo, que alcanzó la cota más baja en 2006 con 1.600 turistas, a los 35.000 del último año y una tendencia al alza que se mantiene en el arranque de la actual temporada.
La razón primera del despegue es que hay vuelos y organización de viajes. La Isla estará comunicada esta temporada con los dos principales aeropuertos de París y cinco más: Lille/Lesquin, Lyon, Metz-Nancy-Lorraine, Nantes-Atlantique y Toulouse. Seis aerolíneas cubren las rutas, entre ellas la española Vueling y tres agencias de viaje trabajan en este mercado.
Aunque la comercialización de las vacaciones por internet de forma individualizada ha crecido, el peso de los touroperadores sigue siendo determinante en los números finales.
Y, por supuesto, la promoción institucional a través de la Fundació Destí, que en los últimos años ha realizado campañas importantes en el mercado galo de forma directa y a través de los medios de comunicación.