La Asociación de Comerciantes de Menorca (ASCOME), que incluye pequeños negocios tradicionales y comercio de proximidad como supermercados de mayores dimensiones, quiere que el Plan Territorial Insular (PTI) ordene la actividad en la Isla y ponga límite a la superficie comercial, igual que lo hace con la oferta de plazas hoteleras. Su presidente, Vicente Cajuso, afirma que se trata «de regular, no de prohibir» y que a cambio también pide a los pequeños comerciantes que sean «innovadores, creativos, competentes y competitivos» para mantener una clientela que también, y cada vez más, recurre a las compras electrónicas.
Cajuso lanza esta petición después de que el pasado lunes asistiera a la comisión interinsular asesora de comercio, en la que se decidió la suspensión temporal de licencias a grandes superficies mientras a la vez se modifican los artículos que han motivado el recurso de inconstitucionalidad del Gobierno central.
El límite para las superficies comerciales -que ASCOME aceptaría en 400, 600 e incluso 800 metros cuadrados-, es necesario, según Cajuso, porque «Menorca es un territorio pequeño y si vienen tres o cuatro grandes superficies de 5.000 metros cuadrados eliminarán todo el tejido comercial tradicional, y entonces podríamos pasar de la libertad comercial al monopolio entre dos o tres cadenas». Cajuso recuerda que con la ley actual no se limita la superficie, sino que se obliga a que las tiendas de más de 400 metros cuadrados soliciten dos licencias, la municipal y la autonómica, así como el cumplimiento de más requisitos para obtener los permisos.
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· A veces pienso que algunos políticos y los dirigentes de asociaciones de comercios hablan en diferentes lenguas y no se entienden. Hay una realidad que está ahí y es fruto de las diferentes normativas que se fueron aprobando dentro del marco de la Comunidad Europea , que solamente nos acordamos de ella cuando podemos sacar algo para nuestro beneficio. No perdería mucho más tiempo en discusiones y en calentarse más la cabeza, es mejor que los comerciantes se organicen de verdad, con `participación y compromiso para abordar sus problemas no de manera defensiva sino con iniciativas transformadora de la realidad en que viven. No olviden que el mayor comercio que tiene una elevada cuota de mercado son las ventas "on line", que cada vez irá aumentando más en nuestra isla, y observen el modelo implantado por Ikea de punto de venta y recogida de productos, que otras firmas podrían poner en marcha algo similar. En Menorca los efectos de los grandes cambios comerciales serán más visibles que en Mellorca o Eivissa, se ha perdido mucho tiempo en comunicados y en esperar las promesas del poder político, que otros han tomado la iniciativa se están haciendo con amplias cuotas de todo el mercado, y de manera especial en Maó.Los comerciantes de manera individual deben tomar sus propias iniciativas, con más ideas, más argumentos y con una capacidad de reacción en cada momento para ir dando respuestas a las necesidades del sector. Es decir más imaginación y más agresividad en sus proyectos.Tienen armas, los pequeños son los más apropiados para estar en primera linea de la renovación permanente por que pueden reaccionar en unos segundos y no esperar las directrices de la dirección de esas grandes empresas. Defiendo al pequeño comerciante, son parte de la historia de un pueblo,pero en momentos actuales tendrían que ser los primeros en mostrar la solidaridad con todos aquellos que sufren los recortes y luchan por mejores condiciones de vida, y no ser un juguete en manos de los poderosos de la política o de esos que mantienen un poder fáctico..