Buscan la agilidad de un vuelo sin esperas, pero sobre todo valoran la discreción. Aterrizan en el aeropuerto y apenas un puñado de personas se percatan de su presencia, pasando totalmente desapercibidos a los ojos de los más curiosos. La aviación privada es un lujo difícilmente asumible por la gente común, pero muy valorado por sus clientes.
Empresarios, deportistas de éxito, cantantes o celebridades son los principales clientes de los jets privados y vuelos chárter para uso particular. Ejemplo de ello son los hermanos Gasol, quienes suelen aterrizar al aeropuerto menorquín para pasar unos días en la Isla, o el fundador de la firma Mango, Isak Andic, cuyo jet particular visitó la Isla en mayo.
Este segmento de población instalado en el lujo está de nuevo en auge en Balears después de varios años de turbulencias. Pero, así como en Eivissa y Mallorca les ha llegado la hora del despegue, Menorca sigue a la cola con unas cifra de movimiento de aronaves no comerciales que no da síntomas de recuperación.
En el primer semestre del año el Aeropuerto de Menorca ha registrado 119 llegadas de aviones fuera de la oferta de pasajeros para el gran público. Esta cifra incluye jets de particulares, aviones privados ofertados por empresas de alquiler, vuelos de prácticas y servicios aéreos, entre otros. Se trata de 23 aeronaves menos que las registradas en el mismo período del año pasado, según datos de AENA.
La cifra récord de vuelos no comerciales se registró en 2007 cuando llegaron a la Isla 1.261 aviones a lo largo de todo el año. En 2014 solo se registraron 313 llegadas, un 75,1 por ciento menos.
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