El encuentro fue informal, consecuencia de la coincidencia del destino vacacional, pero tuvo hondo contenido político. El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y el de la Generalitat catalana, Artur Mas, conversaron durante una hora y quince minutos aproximadamente en la cafetería de un establecimiento hotelero de Maó el sábado por la mañana a petición del dirigente catalán. Era el último día de vacaciones en Menorca para ambos, Puig regresó a Valencia ayer a media tarde y Mas tenía previsto volver también ayer a Barcelona.
Proceso
El proceso soberanista catalán ocupó el centro del encuentro, cuyo origen radica en la toma de posesión del nuevo presidente valenciano. En la llamada de cortesía realizada por Mas para felicitarle por el nombramiento le propuso encontrar una oportunidad para hablar de temas comunes como la financiación autonómica y esa cita llegó al día siguiente de la tertulia a la fresca que tuvo como invitado a Ximo Puig y al que asistió otra presidenta autonómica, la de la comuniad balear, Francina Armengol.
La idea de plantear un frente común sobre la finaciación autonómica, con amplia base de acuerdo entre ambas comunidades, fue efectivamente uno de los asuntos tratados por ambos dirigentes, aunque por razones de actualidad y de trascendencia hablaron preferentemente del proceso soberanista promovido por Mas. Puig trasladó al presidente catalán su opinión de que Cataluña puede tener tener encaje adecuado en el marco constitucional, que, no obstante, debe avanzar en la línea federalista que propone el PSOE. En ese sentido, el dirigente valenciano podría ser un excelente mediador en un hipotético gobierno central de mayoría socialista.
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