El proyecto para realizar sondeos acústicos para explorar la existencia de hidrocarburos frente a Menorca y la Costa Brava catalana, impulsado por la empresa Schlumberger, (que ha sustituido a Seabird Exploration como promotora) ha recibido una dura respuesta por parte del Ministerio de Medio Ambiente. La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar ha emitido un informe en el que pone de manifiesto los numerosos errores de cálculo, imprecisiones y carencias del proyecto, que hacen pensar que hay extractos que se han copiado literalmente de otros proyectos anteriores.
En este sentido, sorprende que en el trabajo presentado por Schlumberger se exponga, literalmente, que «las principales especies producidas en Andalucía son la dorada y la lubina». La respuesta en el informe oficial, destaca: «Es evidente que se trata de un error ya que la zona en la que se pretende hacer la campaña sísmica no se aproxima a Andalucía». Pero las imprecisiones geográficas continúan más adelante, cuando se afirma lo siguiente: «Teniendo en cuenta que los trabajos de sísmica Casablanca se llevarán a cabo fuera de la época de migración del rorcual, y que no nos encontramos en un área de especial presencia de cetáceos, no se considera necesario tener más observadores en la embarcación», durante los sondeos sísmicos. La contestación de los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, con cierta dosis de ironía, expone que «es evidente que el promotor ha confundido el proyecto que nos ocupa con el proyecto de sísmica Casablanca, que si bien son proyectos en zonas diferentes, la sísmica que se utiliza en ambos también lo es». Y añade, «la afirmación del promotor no puede ser aceptada porque el norte de Cataluña y el golfo de León es una de las áreas con mayor poblamiento de cetáceos del Mediterráneo ibérico». Del suelo marino se dice, primero, que es de arena y fango, y luego de limos y arcillas.
Además de estos errores, el informe contiene otra gran cantidad de imprecisiones sobre el impacto de las prospecciones.