El conseller de Educación, Martí March, afirmó ayer en el Parlament balear que el coste de concertar el Bachillerato con el CC La Salle Maó hubiera ascendido a un total de 600.000 euros, una cantidad que definió como «inasumible» para un grupo que, afirmó, no pasaba de los trece estudiantes (no catorce, como se había dicho hasta ahora). March respondió así a una pregunta del diputado popular Juan Manuel Lafuente, quien aseguró que este nuevo grupo de Bachillerato es necesario y que con la denegación del concierto se ha generado un perjuicio a las familias afectadas.
La cantidad se aleja, y mucho, de las cuentas que manejan en el propio centro concertado de Maó. Se quedan, más o menos, en la mitad. Cabe recordar que un concierto entre el Govern y un centro no público se establece por un periodo de cuatro años. En el cómputo global del coste se suman la dotación fija que le corresponde a cada unidad educativa concertada (cada aula) y el salario de los docentes que imparten sus clases. Las previsiones de La Salle eran contratar dos o tres profesores más, y no a jornada completa.
March justificó de nuevo la decisión de la Conselleria por la baja matrícula registrada, y argumentó que «la concertación no es un derecho, es un instrumento». Y dejó claro que «no somos enemigos de la concertada». Lafuente recordó que solo en Menorca no hay Bachillerato concertado, que ninguna ley establece un mínimo de alumnos y que nunca antes se había retirado un concierto aprobado de forma provisional.