El PP puso ayer el primer suspenso público al nuevo gobierno tripartito de Ciutadella que, hasta ahora, ha defraudado las «expectativas». «Prometieron tanto que se esperaba mucho más», dijo el portavoz Juanjo Pons, quien denostó la «parálisis» del pacto PSM-PSOE-GxC, que «gobierna casi por inercia en base al programa que le dejó el PP, está dividido en las cuestiones más vitales para la economía de la ciudad y se dedica más a deshacer que a impulsar nuevas iniciativas».
Y para muestra, el botón de los plenos celebrados hasta la fecha. En julio, relató Juanjo Pons, se produjo «la primera división del equipo de gobierno, a remolque» de la moción del PP para reactivar la regulación de los patios interiores del centro como terraza; pidió retirar un protocolo de comunicación «extemporáneo y que no aporta nada»; y solicitó mejoras en la limpieza viaria «ante el aumento de la suciedad en las calles por la falta de seguimiento». Y, frente a eso, «solo hubo dos propuestas de trámite» por parte del equipo de gobierno.
En septiembre, más de lo mismo. «Nueva división del gobierno» en torno a los duques de alba; moción del PP para mejorar los parques infantiles, «aprobada por unanimidad pero de la que ahora se han apropiado en su balance»; y propuesta de mejora de los accesos a las playas, que también ha incluido el tripartito en su resumen de los cien primeros días. Y, otra vez, «dos propuestas del gobierno que no aportaban nada nuevo».
Y este octubre, el PP propondrá que no se retire la Ley del Suelo, «porque permite dar respuesta al problema de los hortals»; que Ciutadella participe de los ingresos de la ecotaxa; y que se aprovechen nuevas líneas de ayuda para ahorrar en alumbrado público. Pero, frente a eso, «tan solo nos presentan actualizaciones de trámite del precio del agua o la basura».
Tal es «la parálisis y el descontrol», denuncian Juanjo Pons y el presidente Pedro Gener, que obras como la mejora consensuada de la calle Mallorca -incluida en el Plan Insular de Cooperación- siguen sin ponerse en marcha. «Y seguimos igual o peor con Can Saura o el Teatre des Born. Está muy bien que envíen una carta pidiendo al Ministerio que no ejecute la garantía, pero así no se solucionan los problemas. Se arreglan viajando y llamando a la puerta de los despachos, como ha hecho la senadora Juana Francis para recabar el dinero de Madrid para reparar las plataformas de baño».