La Justicia es lenta, pero más aún lo está siendo la agilidad del Ministerio, en los sucesivos gobiernos, para dar respuesta a las urgentes carencias y necesidades de espacio que vienen demandando públicamente los juzgados de Ciutadella desde hace ya 17 años.
El actual presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), Antoni Terrasa, lo resumió ayer con contundencia durante el acto oficial de apertura del nuevo año judicial. «La situación de los juzgados de Ciutadella es francamente calamitosa», dijo, urgiendo con ello todavía más al Ayuntamiento a hallar con presteza un edificio alternativo a Can Saura que pueda concentrar en una misma sede los dos juzgados de Primera Instancia e Instrucción, que ocupan un inmueble municipal de la calle República Argentina cedido por 30 años, y el Social, que se estrenó en 2001 en lo alto del edificio de Correos para solo cuatro años y ya lleva más de 14 allí.
El compromiso del Ministerio de construir un «Palacio Judicial» en Ciutadella en el que albergar hasta cinco juzgados (los tres ya existentes más dos de reserva) ha desaparecido de los presupuestos del Estado (que llegaron a consignarle 1.722.000 euros). El proyecto fue víctima de la crisis, de la puesta en marcha en paralelo de otra nueva sede judicial en Maó (sí ejecutada y ya en uso) y del retraso del Ayuntamiento en cederle un solar adecuado, que primero debía emplazarse en la Vía Perimetral y luego se trasladó a la zona de Santa Rita, cuyo pago íntegro de la expropiación sigue pendiente.
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