Todo empezó como un juego, y nunca mejor dicho. El dibujante de cómics e ilustrador Sam García (Gavà, 1978), instalado en la Isla desde hace cerca de dos años, fue uno más de los millones de jugadores que cayeron en las redes Minecraft, un videojuego del que solo en su versión para ordenador se han vendido 21 millones de copias en todo el mundo. La afición de García, quien también responde el nombre artístico de SamCube, le llevó a comenzar a trabajar en un cómic inspirado en el juego que desarrolló a través de su página web (wondercraft.net). Y lo que empezó como una mera forma de pasar el rato se ha convertido con el tiempo en «un complemento importante» de sus ingresos como ilustrador.
Los propios responsables de la firma del juego, la empresa Mojang AB, propiedad del sueco Markus «Notch» Persson, se fijó en él y le encargó varios trabajos inspirados en Minecraft, entre ellos un póster y una camiseta que se puede comprar en Jinx (www.jinx.com), un portal especializado en la venta de ropa inspirada en videojuegos.
Un gran empujón para su actividad, que ha seguido creciendo gracias a la comunidad de fans del videojuego, para el que diseña trabajos a la carta inspirados en cada una de las personas. Hasta la fecha ha realizado más de medio millar de diseños. «Es una actividad perfecta que me permite seguir trabajando en mis otros proyectos», confiesa el artista. Gracias al efecto Minecraft tiene cerca de 18.000 seguidores en la red social Twitter.
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