Ciutadella dispondrá para el año que viene de una partida de 2,11 millones de euros para inversiones. Una cantidad nada despreciable, más cuando esta se consigue gracias a la contención del gasto corriente. No viene ni del aumento de la presión fiscal, ni de nuevos préstamos bancarios.
Sin embargo, el Ayuntamiento no los podrá destinar a nuevas inversiones, ya que el 85 por ciento de esta partida (1,8 millones) va directamente a cubrir pagos pendientes. La mayoría de ellos (1,4 millones, el 66,3 por ciento del total de inversiones) son para sufragar los pagos de las sentencias desfavorables, así como las permutas y las partidas plurianuales de «obras innecesarias» contraídas en la época de Brondo (2003-2007). Así lo explicó ayer la alcaldesa Joana Gomila, en la presentación de los presupuestos municipales de 2016, que ascienden a 30,89 millones de euros, un 2,5 por ciento más que este año.
La intención del Ayuntamiento de Ciutadella era llegar a 2016, tras seis años de restricciones de gasto, con unas cuentas prácticamente saneadas y poder así reducir la presión fiscal. «El 2016 tenía que ser el año para enderezar la economía del Ayuntamiento y creíamos que se vería la luz al final del túnel», aseguró la alcaldesa. No obstante, el aluvión de sentencias desfavorables ha trastocado los planes del equipo de gobierno. Y es que el año que viene tendrá que hacer frente a 808.677 euros por el Hort d'en Linyà, 250.055 euros por la adquisición de terrenos de equipamiento docente, 176.613 euros por Can Saura, 72.700 euros por Santa Rita, 50.000 euros por el edificio de la policía y otros 50.000 euros por la piscina descubierta.
Ciutadella dispondrá para el año que viene de una partida de 2,11 millones de euros para inversiones. Una cantidad nada despreciable, más cuando esta se consigue gracias a la contención del gasto corriente. No viene ni del aumento de la presión fiscal, ni de nuevos préstamos bancarios.
Mínima inversión
Esta situación ha obligado al Ayuntamiento a no bajar tanto como quería el IBI y a reducir las inversiones a la mínima expresión. «Si no hubieran todas estas sentencias sería muy fácil cuadrar los presupuestos y en vez de bajar el IBI un 5 por ciento lo hubiéramos reducido un 10 por ciento», destacó Gomila.
El equipo de gobierno ha apostado por elaborar un presupuesto continuista sin grandes inversiones, ya que «no hay más dinero», se lamenta Gomila. De todos modos promete «hacer todo lo posible para intentar paliar y reducir el impacto de estas sentencias, racionalizando el gasto», a la vez que «se intentará reducir lo menos posible los servicios a los ciudadanos, con una buena gestión de los recursos económicos y humanos».
Las inversiones han sido las grandes sacrificadas. Solo destina unos 250.000 euros, básicamente para actuaciones de mantenimiento. Es más, gran parte de esta partida, concretamente 149.000 euros procede de la venta de patrimonio municipal (el inmueble que tiene en la plaza de Es Peix), por lo que las inversiones están condicionadas a que se venda este edificio. De no venderse (igual que ha pasado este año), la partida se reducirá a 100.000 euros.
El Ayuntamiento tiene previsto destinar 30.000 euros en reparar las goteras de la escuela de Pintor Torrent, 59.000 euros en mejoras del cementerio y 49.000 euros en el mantenimiento y compra de maquinaria para el matadero. También dedicará 10.000 euros para el edificio de Ca Sa Millonària y la Casa de Acogida y otros 32.000 euros para mejorar la limpieza de las calles, renovar los contenedores soterrados de la plaza de Sant Antoni y para financiar una campaña de concienciación para evitar la suciedad en la vía pública. A ello hay que añadir los 50.000 euros para pagar la elaboración del proyecto de la nueva escuela municipal de música, 39.500 euros para la coordinación policial y de emergencias, para las actuaciones de las fiestas de Sant Joan y una partida de 10.000 euros para mejoras en los parques infantiles.