El PP balear no termina de cerrar una crisis y ya se le abre otra, ahora en Menorca, donde un sector amenaza con impugnar la junta insular en la que se llevó a cabo la elección de Águeda Reynés y Juana Francis Pons Vila como candidatas de cara al 20-D. En la lista de aspirantes se incluyeron dos nombres que, en el momento de la votación, ni siquiera estaban afiliadas. Aurora Herráiz y Juana María Pons eran independientes y se afiliaron cuando se decidió que era un requisito imprescindible. Eso sucedió apenas cinco días antes de las votaciones, de forma que, en el momento en que se reunió la junta insular, Génova aún no había dado el visto bueno a la afiliación.
Esta circunstancia ha creado un enorme malestar en Menorca, donde un sector considera que la votación es nula por esta circunstancia. El hecho fue comentado en los días, y también en los minutos, anteriores a la votación por varios militantes, incluso por parte de algunos de los propios aspirantes, que solicitaban una interpretación más restrictiva de la normativa. El secretario general del PP, Andrés Ferrer, que asistió a la asamblea, aseguró que el simple hecho de solicitar la afiliación basta para que se les considere afiliados.
El presidente del PP de Menorca, Santiago Tadeo, aseguró ayer que desconocía cualquier conato de impugnación, pero al respecto se adelanta y argumenta que antes de admitir las candidaturas de Herráiz y Pons se cercioró de que no se estaba incurriendo en ningún tipo de anomalía.