Normalidad absoluta tras la entrada en vigor del nuevo horario de los centros sanitarios, que desde ayer ofrecen servicio de atención primaria por la tarde. Unos 200 pacientes de la Isla tenían programada cita con su médico.
En el Canal Salat de Ciutadella la tranquilidad fue la tónica dominante, aunque los profesionales sanitarios advirtieron que las agendas para las próximos días «ya están llenas». Y es que ayer por la tarde visitaban dos médicos de familia y un pediatra.
Este martes, por ejemplo, trabajan el doble de facultativos, lo que comportará una mayor afluencia de pacientes. El nuevo horario es posible gracias a la redistribución de la jornada laboral de médicos y enfermeros, que pasarán a trabajar cuatro mañanas y una tarde, en lugar de todas las mañanas.
Muchos de los que acudían al centro desconocían la puesta en marcha del nuevo horario. Sin embargo, había quien sí estaba informado y considera la medida «muy positiva, sobre todo para aquellos que trabajan por la mañana». Otro de los presentes en la sala de espera declaraba que «con una tarde a la semana es suficiente, tampoco hace falta que vengan todos los días por la tarde».
Uno de los efectos positivos que puede tener la implantación es la «descongestión de urgencias», remarcaba un sanitario del centro. «Antes, cualquier persona que se encontraba mal por la tarde acudía directamente a urgencias», manifestó.
El doctor Outerial, que ayer por la tarde pasaba visita, preveía una tarde «relajada». Defiende la decisión de ampliar horario para «adaptar la asistencia sanitaria a la demanda de aquellos que no pueden acudir al médico por la mañana» y afirma que el cambio también le beneficia a él. Si bien es cierto que recalca la importancia de organizar bien el servicio en centros pequeños, donde los profesionales deben cubrir las urgencias, las visitas y posibles domicilios.
Explica que el nuevo horario no les afecta puesto que es recuperar aquello que ya hacían hace unos años.