Seis partidos políticos y dos coaliciones electorales abrieron en la noche del jueves al viernes en Menorca con la tradicional pegada de carteles la campaña de cara los comicios generales del domingo 20, un periodo electoral de bajos vuelos marcado por la austeridad y la ausencia de los grandes líderes nacionales que, a diferencia de anteriores citas con las urnas, no harán escala en la Isla.
Ni Albert Rivera (Ciudadanos), que este vieernes aterriza en Palma, ni Pedro Sánchez (PSOE), que el sábado hace lo propio, ni Mariano Rajoy (PP), que el mièrcoles 9 recala en la capital balear, se dejarán ver por Menorca. Tampoco Pablo Iglesias (Podemos), el único partido que dice no haber concretado aún acto alguno de campaña en Menorca.
Las formaciones invertirán también lo mínimo, especialmente aquellas de ámbito estatal que acostumbran a diluir sus gastos en la caja común centralizada en Madrid o Palma. Eso explica que PP y PSOE no suelan aportar datos concretos de sus gastos de campaña en Menorca, a diferencia de otros partidos de menor rango o insularistas, que no dudan en difundir sus presupuestos, a caballo entre los 5.000 euros de Unidad Popular (la nueva marca de Izquierda Unida en estos comicios), los 8.000 de Més, los 10.000 del PI o los cerca de 12.000 que destinará la coalición Som Menorca, que aspira a disputar el acta de senador al PP y al PSOE.
Tampoco habrá tantos debates públicos como en anteriores elecciones. De momento, y aparte de los organizados por las diversas emisoras de radio, tan solo están confirmados los dos que monta el Ateneo de Maó, el miércoles 9 con los números uno al Senado y el viernes 11, con los menorquines situados en puestos de salida de las candidaturas al Congreso. El Cercle Artístic ha declinado organizar esta vez su habitual debate de candidatos en Ciutadella, pero el Casino 17 de Gener ha mostrado interés en tomarle el relevo, aunque todavía no le ha puesto fecha.
Pese a las importantes diferencias ideológicas, las prioridades programáticas que más pueden interesar a Menorca no varían en exceso. Prácticamente todas las opciones coinciden en reclamar una mejora de la financiación y del transporte aéreo, así como una efectiva recuperación de los servicios públicos tras los recortes sufridos durante la crisis económica.