De todos los aspirantes a senador por la Isla, Juana Francis Pons Vila es el único que aporta experiencia, de la que ha ido pasando cuentas. Espera que esto juegue a su favor.
¿Qué hacemos con el Senado?
— Es necesaria una reforma. Debe ir hacia que algunas decisiones sean solo de su competencia, sobre todo las de componente territorial. También es necesaria una segunda lectura de las leyes. Estoy radicalmente en contra de cerrarlo, es una propuesta demagógica y, en el caso de Ciudadanos, fruto del desconocimiento.
¿No han ayudado algunas designaciones a darle mala fama?
— Sí, el doble sistema de elección puede ser cuestionado. Y tampoco tienen que ser todos designados por la comunidad autónoma, si es así en Menorca no tocaremos bola.
¿Se reducen las elecciones a una validación de la gestión que ha hecho el PP de la crisis?
— La economía es muy importante, mueve el bienestar de los ciudadanos. ¿Hay más cosas? Sí. Pero cuando se hace el eslogan «pensamos en las personas», la economía también es para las personas. De alguna manera las elecciones sí son una reválida. Lo importante son las mayorías, si la mayoría vota al PP, el PP tiene que gobernar. Eso es lo que no sé si algunos partidos pueden llegar a poner en cuestión.
Dice de las personas. ¿No acusará el PP que algunas han pagado un mayor precio por la crisis?
— Habrá gente descontenta, pero ricos y pobres siempre hubo, y la brecha social no es solo de España, es fruto del sistema capitalista, y no hay alternativa. El Estado del Bienestar está pensado para paliarlo. Nunca se ha dejado de atender a las personas. La gestión ha sido buena. Nada es como antes, y es difícil que vuelva a serlo, pero no porque el Gobierno quiera.
¿La corrupción también es inherente al sistema?
— No. Es un problema de gente que se salta la legalidad, el sistema no es corrupto por sí mismo. El Gobierno ha aprobado más de 70 medidas contra la corrupción. Creo que no se ha detectado un caso de corrupción de este Gobierno de Rajoy.
¿Qué margen tiene un senador a la hora de trabajar por Menorca?
— Hay que diferenciar al senador de un partido mayoritario con aspiraciones de gobierno del que aspira a ir al grupo mixto para pasarse la legislatura preguntando y hablando de Menorca. En esta legislatura no era fácil conseguir algo. El PSOE recita las inversiones que hizo en la Isla, y ya hubiera querido yo trabajar con el dinero que había con Zapatero. Incluso así se ha desbloqueado la desaladora, la depuradora de Addaia, se mantiene el descuento de residente, se paga una OSP, la climatización del Museo... En Madrid se pueden ir recordando temas pendientes. Ahora, si solo se aspira a reclamar cada día la tarifa plana de 30 euros sin saber si esto es viable...
¿No es viable la tarifa plana?
— Tengo dudas de su viabilidad jurídica, las plantea el Gobierno.
¿Y mejorar la financiación de Balears, es viable?
— Es un compromiso que está marcado por ley. Se aprobó en 2009, y no la apoyó el PP. Sí el PSOE en el Govern y en el Consell. Se revisará el sistema en esta legislatura.
¿Para bien en el caso balear?
— Para bien para todos.
Antes sin pacto de izquierdas, senador para el PP. Ahora...
— Por primera vez el voto de centro derecha también está dividido. Me gustaría que se tuviera en cuenta el componente de lo que he hecho en el Senado, mi trabajo, más allá incluso de las siglas.
¿Los emergentes provocan una campaña muy diferente?
— Cambian las expectativas a través de las encuestas.
¿No se vio ya su fuerza en mayo?
— Y también hubo unas europeas. Cada elección es diferente.
¿La fragmentación será diferente y con consecuencias diferentes en el Senado?
— En el Senado, por el sistema de elección mayoritario, es posible reeditar la mayoría absoluta del PP. Esto tiene consecuencias. Puede marcar los pactos. Además la aplicación del artículo 155 se decide en el Senado, como la posible reforma de la Constitución