Las casas ubicadas en Cala Figuera estarán todas revertidas a Autoridad Portuaria dentro de 2016. Así lo aseguró este lunes su presidente, Joan Gual de Torrella, tras celebrar el Consejo de Navegación y Puerto de Maó. Avanzó que Puertos dejará resuelta la compra de las viviendas que están aún pendientes, una media docena, dentro del próximo ejercicio porque la zona «debe quedar libre» para poder avanzar en el proyecto de futuro de la zona. «No estaría bien tener definido un proyecto sin haber arreglado el tema de las casas», avanzó y añadió que «lo haremos por acuerdo, la expropiación es el último extremo al que acudir en caso de no acercar posturas, pero al que no queremos llegar».
Gual de Torrella reconoce que «perder una propiedad no cae bien» y admite «una resistencia» pero «jurídicamente no es así». Los vecinos están en contra de la pretensión de Puertos y han denunciado que son presionados de forma «agresiva» para que vendan. Las viviendas están afectadas por la Propuesta de Delimitación de Espacios y Usos Portuarios.
Este avance al que apunta el presidente responde al plan de acción que el ente gestor prevé tener definido a finales de mayo. Gual de Torrella explica que «disponemos de muchas propuestas en positivo que falta ordenar porque se neutralizan entre ellas». En este plan de acción se incluyen aquellas iniciativas que hasta el momento se han debatido y que requieren de una definición.
Una de ellas será el futuro que se le va a dar al varadero del Cós Nou después de que el concurso fuera declarado desierto. Gual de Torrella avanza que «en enero o febrero se pondrá en marcha el servicio de forma transitoria» y en el plan se decidirá qué solución es la mejor para el puerto. «A lo mejor tiene potencial suficiente para tener un varadero más ambicioso que el que se había previsto, no podemos tomar una decisión que limite la posterior puesta en marcha de soluciones a largo plazo».