La gerencia del Área de Salud de Menorca rebatió este miércoles las quejas de los médicos de urgencias con datos sobre la presión asistencial que indican que, en el caso del Hospital Mateu Orfila, la ratio de urgencias atendidas por cada mil habitantes es inferior a la del resto de los hospitales de Balears. Según los datos disponibles al cierre de 2015, ese año se atendieron 69,2 urgencias por cada mil habitantes frente a las 98,24 de Can Misses en Eivissa o las 114 del Hospital de Inca.
Ante dicha situación el gerente, Antoni Gómez Arbona, ha decidido «adaptar la plantilla del servicio» y trasladar dos médicos de urgencias del hospital a Dalt Sant Joan. Otros dos facultativos del centro de salud serán «desplazados», denuncian desde el Sindicato Médico, por lo que la marcha de los galenos del hospital «tampoco reforzará las urgencias del centro de salud como habíamos creído», señala el portavoz del colectivo, Claudio Triay. Sin embargo, desde la dirección niegan despidos, se trata de una reestructuración, afirman.
Ante el malestar generado entre los médicos, Gómez Arbona asegura que la medida ha sido «analizada y consultada con los profesionales y el jefe del servicio» y que «no afectará a los pacientes» puesto que significa reducir el número de médicos del turno de mañana en un profesional, mientras que los de tarde y noche se mantienen con tres cada uno. El año pasado se atendieron 23.330 consultas en urgencias hospitalarias, con una media de 62,71 visitas diarias y, en cuanto a la tipología de los pacientes, un 0,26 por ciento correspondió al nivel de máxima gravedad.
Debido a un problema cardíaco se me traslado de urgencia al Mateu Orfila desde la Clínica Juaneda donde acudí de inicio. No tenía ni idea de todo esto hasta que dado de alta llegué a casa y vi los periódicos. No voy a entrar,por desconocimiento, si aquí con más o menos efectivos que en otros lugares pero si que habiendo estado dos dias allí metido puedo afirmar que: me encontré desde el segundo 1 un equipo humano capitaneado por la Dtra. Jimenez de quitarse el sombrero. En todo momento me sentí seguro, atendido, cuidado bajo una profesionalidad impecable. Incluso vino a verme el Dtor. Fernandez y a pesar imagino de como iban de saturados me dedicó su tiempo a hacerme pruebas. Todo el equipo de enfermeros hubo momentos que no daban a basto. Por ahi se veía gente en prácticas con las mejores intenciones de ayudar con casos de ingresos de todo tipo. Se veia el ambiente algo crispado pero no jugaría sino profundizaría mucho más con un servicio clave en nuestra isla. Gracias!!!!!.