«Anita», el barco golondrina reconvertido en bar-terraza flotante en el puerto de Maó, se salvó este lunes in extremis del desgüace al que estaba destinado tras comprobarse que la avería sufrida el pasado diciembre era más importante de lo que se pensó en un principio y que el puerto de Maó no dispone de travelift para levantar la barcaza e intentar arreglarla. La asociación Amics de la Mar intervino y solicitó a la empresa Subaida, propietaria del restaurante La Minerva y del barco que hasta ahora se mecía frente a su puerta en aguas portuarias, que detuviera los trabajos de desgüace para darle otra oportunidad al «Anita».
Y es que según Lluís Moll, presidente de Amics de la Mar, la embarcación guarda vínculos con la Isla y con los oficios del mar, ya que fue construida por un mestre d'aixa de Maó, Narcís Cardona Griera, heredero de una saga de maestros de la construcción de embarcaciones que se instaló en Barcelona.
De hecho, el «Anita» forma parte de una serie de barcos, todos ellos con nombre de mujer y destinados a las excursiones por aguas del puerto de la Ciudad Condal, y su antigüedad, aunque está por determinar con exactitud, podría superar los 75 años. «Fue de las primeras golondrinas que paseaban por el puerto de Barcelona», explicó Moll, y años después fue adquirido para cumplir las funciones de bar volviendo así a Maó, donde tenía las raíces su constructor.
Amics de la Mar no tiene medios para recuperar el barco o para repararlo pero considera que «tiene una historia lo suficientemente importante como para conservarlo», afirma su presidente. De este modo, han empezado las primeras investigaciones en archivos en busca de documentación sobre el «Anita» así como los contactos con el Museo Marítimo de Barcelona para conocer más a fondo su historia. «Nuestra intención es buscar una solución con la ayuda de las administraciones, el Consell, el Ayuntamiento de Barcelona o incluso la Generalitar», señala Moll.
Entre el material de Amics de la Mar sí se ha hallado un dibujo de la plantilla del barco de construcción artesanal y algunas conversaciones grabadas con el autor del mismo, Narcís Cardona.
A la espera
La empresa que se encargaba del desgüace, Menorca Sub, paralizó este lunes mismo los trabajo a la espera de nueva orden. El barco sigue amarrado en el muelle del Cós Nou.
Un portavoz de la firma no negó la historia del barco pero al mismo tiempo consideró que ya no puede considerarse como tal. «Actualmente es una plataforma, la madera está en mal estado y corre peligro de hundimiento», afirmó.
La empresa considera que si el «Anita» tuviera un valor patrimonial, Capitanía Marítima no hubiera autorizado su traslado para el desgüace.
Mantener viva la llama del recuerdo es fundamental. Qué cosa màs bonita son las conversaciones de abuelos a nietos y estos a su vez a los suyos y no digamos si estas historias se realizan contemplando o visitando patrimonio etnológico. Valdría la pena clasificar por orden de importancia todos estos bienes y poderlos exponer con expertos que dieran una explicación histórica y social de los mismos. Particularmente me en encantaría que una parte de mis impuestos tuviera esta finalidad.