La marcha por el Camí d'en Kane a su paso por Ferreries acabó este domingo sin poder ejercer el reivindicado derecho de paso. El colectivo, formado por unas 60 personas, salió de la Plaça Espanya de Ferreries y avanzó sin problemas hasta la finca de Binimoti, donde, sorpresivamente, les esperaba la propietaria prohibiéndoles el paso en presencia de dos perros. La caminata pretendía, de forma pacífica y participativa, reivindicar el uso público de un camino histórico en el que, en este tramo, se levantó un muro entre La Marcona y Binimoti que obstaculiza el paso.
El alcalde de Ferreries, Josep Carreres, que participaba en la caminata como un ferrerienc más, decidió interceder para que la propiedad dejara pasar a las cerca de 60 personas que pretendían ejercer su derecho de paso por este camino de forma pacífica, pero «no ha sido posible por la tozudez de la señora de Binimoti», aseguran desde la organización, Amics del Camí d'en Kane de Ferreries.
El grupo, que había notificado a la Delegación Insular de la Administración General del Estado que realizaría esta excursión, le advirtió que avisaría a la Guardia Civil para poder avanzar. No obstante, la señora ya había hecho lo propio. Los agentes recomendaron al grupo no avanzar para evitar altercados en el interior del lloc. La negativa de la propietaria a negociar era firme.
Amics del Camí d'en Kane de Ferreries indica que «tenemos voluntad de hacer las cosas bien», de ahí que «de forma razonada y pacífica hicimos medio paso atrás para, dentro de poco, hacer dos hacia adelante». Está convencido de que «lograremos junto con el Ayuntamiento de Ferreries y el Consell, el libre paso por el Camí d'en Kane». Agrega que «aunque no pudimos avanzar hicimos visible nuestra reivindicación». El grupo apunta a su vez que el alcalde Josep Carreres llegó a un principio de acuerdo con la propiedad para iniciar conversaciones para poder desbloquear la situación.
El colectivo ya avanza que se convocará una nueva excursión, prevista para finales de febrero, y que se repetirá cada mes hasta lograr el libre paso por Binimoti.