Las elevadas temperaturas del mes de enero han propiciado la temprana aparición de la procesionaria, una plaga silenciosa que lleva años perjudicando a los pinos de la Isla. La oruga se ha adelantado algunas semanas. De hecho, hace días que están bajando en procesión por los árboles, un ciclo biológico de esta oruga que suele suceder durante los meses de febrero y marzo.
El presidente de la Asociación de Empresarios Forestales de Menorca (Asefome), Marcelino Hernández, indica que hace ya más de un mes y medio que el colectivo que preside detecta la presencia de las orugas fuera de los bolsones. Reconoce que la plaga se ha podido adelantar algunas semanas por las excelentes condiciones meteorológicas de este otoño e invierno. No obstante, apunta que se trata de una plaga que lleva años generando grandes proliferaciones, de ahí que le sea difícil poder confirmar si la invasión es mayor a la de ejercicio pasados.
A pesar de ello, hay que tener en cuenta otro factor. Y es que en todo el 2015 el Govern no llevó a cabo ninguna campaña de fumigación aérea, aspecto que podría implicar mayor presencia de esta oruga del pino.
Y así lo confirmaba el viernes la técnico del servicio de Sanidad Forestal del Govern, Sandra Closa, al indicar que «durante el 2015 en Mallorca y Menorca no se realizó ninguna actuación, por lo que posiblemente la procesionaria esté peor este año». Agregaba que en febrero o marzo se realizará un nuevo mapa para conocer los niveles de procesionaria.
La última campaña de fumigación aérea tuvo lugar a finales de 2014, no obstante, no se actuó en zonas protegidas dentro de la Red Natura 2000, después de que se modificara el plan de lucha contra la procesionaria para preservar los espacios naturales y dejarlos libres del insecticida que impide la eclosión de los huevos de la oruga. La fumigación aérea tiene, además, un rechazo social importante.
El tratamiento no tuvo, según denuncian el colectivo, todo el efecto deseado. La fumigación para combatir la plaga de la procesionaria no se había llevado a cabo desde el año 2008.
El colectivo de empresarios forestales adscrito a la patronal Pime, pide a la Conselleria de Medio Ambiente una continuidad en el tratamiento. A pesar de que la plaga no pueda erradicarse por completo, la Asociación asegura que si hay una campaña constante se podrá controlar mejor la oruga y evitar, por tanto, su proliferación.
Cabe recordar que en 2014 Menorca se encontraba en un nivel de afectación por procesionaria de grado medio. El 74 por ciento de la zona de pinar se encontraba entre el nivel dos y tres (de un total de cinco estados).