Lo que empezó como una broma, acabó en boda... y vaya boda. Pasar por el altar no entraba en los planes de la pareja menorquina formada por Roser López y Lluís Sancho, y al final lo hicieron a 9.505 kilómetros de su casa. Relata la novia que, tras 11 años juntos y con un hijo de cuatro años, le preguntó el año pasado «por décima vez» al que ahora es su marido «¿cuándo piensas casarte conmigo?». Su respuesta fue clara: «La única forma de que eso ocurra, es que sea en Las Vegas».
Y así sucedió doce meses después, llegando a una capilla en un Cadillac rosa, con una ceremonia oficiada por Elvis Presley y seis amigos que acompañaron a la pareja como testigos desde Menorca y que bailaron con los novios las tres canciones que sonaron en la capilla: «Only fools rush in», «That's alright (Mama)» y, por supuesto, «Viva Las Vegas». Todo lo que incluye el pack de boda vintage Pink Cadillac (unos 1.200 euros), el mismo que contrataron Alaska y Mario Vaquerizo para el enlace que registraron en su reality show de la cadena MTV.
«Una experiencia inolvidable». Así resume Roser unas vacaciones en las que aprovecharon para visitar también San Francisco y Los Ángeles. Pero lo más espectacular de todo, rememora, fue «llegar en coche a Las vegas, divisando a lo lejos las megaconstrucciones...». Entre ellas hoteles como el Luxor, en el que se alojaron y que reproduce una pirámide egipcia. «La ciudad es como un Disney World gigante», relata la menorquina.
Parece que casarse en Las Vegas, lejos de pasarse de moda, se reafirma como una de las opciones más extravagantes y divertidas para contraer matrimonio por parejas de todo el mundo. Destino para bodas y, cómo no, de despedidas de soltero, como a menudo nos suelen recordar desde Hollywood.
Felizmente casados, Roser y Lluís ya están en la Isla, y ahora solo tienen pendiente convalidar su enlace en España. Un trámite tan largo y, a veces, complicado que en algunos foros de internet aconsejan volver a casarse en España.