Menorca encara el inicio de la temporada turística con optimismo. Las expectativas de los empresarios de la Isla son positivas. «Las perspectivas son buenas, incluso mejores que el año pasado, esperamos que la mayoría de empresas tengan unos resultados un poco mejores que en 2015», admite la secretaria general de PIME-Menorca, María García.
Así lo constata también la encuesta de confianza empresarial publicada esta semana por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat) sobre las previsiones que manejan las empresas para el segundo trimestre del año, coincidiendo con el arranque de la temporada turística.
El 18,8 por ciento de los empresarios de Menorca cree que su negocio irá a mejor, por el 66,5 por ciento que opina que se mantendrá igual y el 14,8 por ciento que irá a peor. Son cifras similares a las previsiones del arranque de la temporada del año pasado, que «ya fueron buenas» recuerdan los empresarios. E incluso el porcentaje de negocios pesimistas baja cerca de cuatro puntos, respecto al segundo trimestre de 2015.
Pese a ello, Menorca sigue siendo la isla donde el optimismo es más moderado, ya que en Mallorca el porcentaje de empresas que considera que les irá mejor se sitúa en el 25 por ciento y en las Pitiüses se eleva hasta al 29 por ciento.
El principal motivo de este optimismo son los resultados del año pasado y la previsión del tráfico aéreo, que hace augurar otro año récord en cuanto a afluencia de turistas, lo que hace que al menos se espere «una temporada similar a la del año pasado e incluso un incremento en algunos de los mercados emisores», apunta el vicepresidente de CAEB, Joan Melis.
En cuanto a si este aumento de turistas se va a ver reflejado en la rentabilidad de las empresas, desde PIME son «prudentes», ya que ello va a depender «de qué tipo de turistas vengan» y de si se apuesta por un turismo que no sea del todo incluido.
El aumento de la confianza empresarial parece que también se nota en la previsión del incremento de las plantillas, ya que el 17,6 por ciento de las empresas de Menorca cree que contratará a más personal y solo el 6,3 por ciento reconoce que tendrán menos trabajadores. Hace un año los porcentajes eran 16,8 y 9,7 por ciento, respectivamente.
En este sentido, las patronales alertan de que los empresarios, tras «muchos años malos» tienen que ser prudentes, y «no pueden sobredimensionar las plantillas» y que muchas empresas «ya las tienen muy consolidadas».
De hecho, recuerda PIME, en la temporada pasada sectores como la restauración, el comercio y los alojamientos aumentaron entre un 7 y un 15 por ciento el número de trabajadores. Son conscientes que en los meses punta sí que se necesitarán refuerzos, a la vez que se incide que «lo ideal» para que hubiera más trabajo «sería desestacionalizar la temporada», explica el vicepresidente de CAEB.
Con cautela
Los sindicatos también reconocen que «las expectativas son buenas» y que «podemos estar ante una temporada récord». No obstante, el secretario general de UGT, Servando Pereira se muestra «cauto», por que «lo que nos da miedo es que solo se cree empleo durante los meses fuertes del verano», con «contratos de dos o tres meses», provocando más precariedad ya que «no cotizarían lo suficiente para después cobrar una prestación».
Más optimista es Antonio Soria, de CCOO, que prevé que «la temporada será mejor que la del año pasado». Está «seguro» de que ello repercutirá en un incremento de puestos de trabajo, aunque duda que sea «en la misma proporción» que los beneficios empresariales. Cree que en los meses fuertes de verano, donde se espera una mayor afluencia de turistas, algunas empresas de la hostelería incluso tengan problemas por encontrar personal ante la «falta de mano de obra cualificada» por estas fechas.